I want to believe
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Es muy sencillo, no vemos a los OVNIS  porque nunca miramos para arriba, nos duele el cuello y es una posición antinatural del cuerpo, que es cada vez más incómoda  a medida que pasa el tiempo. No los vemos volando, no los vemos mirándonos.

Recuerdo un libro que leí de chico, muy chico, “Yo visité Ganimedes” de Yosip Ibrahim, a pesar de lo fantástico e inverosímil de su trama supo dejar una huella en mi; luego llegaron a mis manos la Bitácora del Capitán Byrd sobre su viaje al interior de la Tierra por el Polo Norte y “Recuerdos del Futuro” de Erich von Däniken. Me dieron otra lectura de las cosas. Me hicieron creyente.

Están todos los indicios en nuestro alrededor  pero estamos confundidos. Queremos estarlo, es más fácil, que abrir los ojos.

¿Qué somos, de dónde venimos?…

No sabemos nada, sólo retazos, pero con los detalles se puede vislumbrar el todo.

¿Qué somos?… ¿Carne, sangre y ligamentos?… ¿Polvo de estrellas?

¿Somos la consecuencia de la evolución o somos el producto de un experimento? No hay una respuesta certera, sólo huellas mínimas, sólo incertidumbres, sólo especulaciones.

Me llaman la atención los supuestos contactados por otras civilizaciones. Personas que reciben mensajes de seres extraterrestres, de manera física, astral o telepática y que tienen la responsabilidad de proclamar los conocimientos recibidos con la humanidad, para que ésta tome conciencia y pase a un estado evolutivo superior.

Hay muchos contactados –esto según ellos-… Billy Meier, Eugenio Siragusa, Sixto Paz John Mooner, Trigueirinho, Giorgio Bongiovanni, algunos con ganas de decir su verdad o quizás tener protagonismo o estar bajo un ataque de sicosis mitómana. Pueden resultar creíbles, pícaros o carismáticamente peligrosos, como por ejemplo Marshall Herff  Applewhite, quien fue el líder y fundador de la secta Heaven’s Gate. El tal Applewhite decía que en la cola del cometa Hale-Bopp, que pasó cerca de la Tierra en 1997, venía una nave espacial y que debían abandonar sus “contenedores” (así llamaban a sus cuerpos) Entonces Applewhite convenció a 39 de sus seguidores a suicidarse para que sus almas suban a la nave.

En mi valoración personal  está el trucho de Stan Romanek, quien es una figura polémica dentro de la ufología. Romanek dice tener comunicación frecuente con extraterrestres. Fue en el año 2000 cuando, según él, tuvo su primer avistamiento. Observó a una nave flotando en el aire relativamente cerca. A partir de esa experiencia una serie de eventos paranormales lo han acosado, entre ellos hay abducciones, naves que lo siguen, encuentros con pequeños seres -a los que denomina niños híbridos. Algunos de ellos han sido testimoniados en video, los cuales, según bajo mi consideración, son dudosos o falsos. Stan Romanek tiene un círculo de enceguecidos seguidores, quienes no cejan en su lealtad, a pesar de que sus pruebas son de dudosa calidad. Sobre el “contactado” existen denuncias por posesión de pornografía infantil.

 A continuación, acá abajo,  está el documental sobre Stan Romanek, vean y juzguen por si mismos.

Hay dos posibilidades, la primera es que no nos conviene el Contacto, el encuentro con otras civilizaciones. Como dijo Steven Hawking, que no era ningún gil  “Si los extraterrestres nos visitan, el resultado sería mucho más parecido a cuando Colón desembarcó en América”.  Y la segunda sería que la curiosidad puede ser mayor que el peligro “No quiero creer, quiero saber” manifestó Carl Sagan, otro que tampoco era ningún gil. Yo fluctúo entre una opción y la otra, quiero saber pero no quiero ser la mascota de ningún alíen.

Están mezclados entre nosotros, nos vigilan, saben todo de nosotros -en mi opinión personal son nuestros Padres-  Sólo cuando sea pertinente para sus fines se mostrarán. Lo que es real es que la decisión la tienen ellos, siempre la han tenido ellos.