/¿Cuándo la masturbación pasa de ser una distracción o una satisfacción a un vicio? (*)

¿Cuándo la masturbación pasa de ser una distracción o una satisfacción a un vicio? (*)

Hoy vamos a hablar de la masturbación. Pero no vamos a hablar las gilipolladas que todos sabemos, como como se hace, de donde viene, la importancia fundamental que tiene en la vida del hombre, porque lo hacemos y si tiene algún sentido, sino que vamos a hablar sobre la frecuencia en la que pasa de ser una necesidad y una forma de distraerse, a un vicio morboso y peligroso.

¿Cuál es el límite? ¿Cuántas vece está bien? ¿Cuántas veces está mal? ¿Cuándo pasa de un pasatiempo a un vicio?

Lo que primero quiero comentar es que los vicios son relativos, lo que para una persona puede generar una adicción irrefrenable, como por ejemplo comer chocolates o pinchar globos para excitarse, para otra puede ser una total banalidad. Entonces, creo que lo primero y más importante para saber si estamos o no frente a un vicioso de la masturbación es saber si en su vida diaria, común y corriente influye el traqueteo del miembro- Hay algunos “tips” que podemos observar casi a simple vista…

  • Si al acercarnos al monitor del personaje en cuestión el mismo clickea rápidamente o toca teclas para cambiar de pantalla, de manera compulsiva y nerviosa, dejando la pantalla en un Excel absurdo, es porque esta viendo pornografía. Todo bien… a menos que sea en horario laboral. Ahí tenemos al típico “pajeruss laboritatum”
  • Si en cueros, podemos observar que un brazo del muchachito o muchachita está levemente más fornido, marcado y ejercitado que el otro, eso quiere decir que le da entrenamiento arduo y seguido al amasijo. Este espécimen es denominado “acogotumm gallinam con la mismu manum siemprumm”
  • Podemos también entrar al baño del personaje estudiado y revisar entre las revistas de al lado del inodoro. Por una cuestión lógica no vamos a ver revistas triple xxx, porque en ese caso no habría estudio que hacer y nos encontraríamos frente al mítico “pajerus compulsivum”, lo que seguramente encontremos van a ser revistas del corazón, de autos y las que vienen los domingos con los diarios. Todo bien, todo legal, hasta que empecemos a hojear las mismas y nos encontremos con alguna entrevista a una mujer linda o una propaganda de perfume de mujer o ropa interior. En este caso debemos proceder a palpar la celulosa. Si encontramos pegotes, manchas blanquecinas, partes desteñidas, pedacillos de papel higiénico, saliva o arrugas de placer, nos encontramos frente al único y verdadero “me clavum mientras defecum”
  • Revisar la carpeta “mis documentos/mis videos” es demasiado obvio. Aunque de encontrar material pornográfico aquí estaríamos frente al “pajerus irresponsablum”. La gente normal tiene a esconder en carpetas totalmente opuestas a lo que uno puede creer como “Fotos de mi primera comunión”, “Física Cuántica Nivel9”, “Drivers de programas de lógica”, “Grandes éxitos de Pablito Ruiz”. Si ahí dentro hay material pornográfico, estaríamos frente al “pajerum pillum”, uno de los más inteligentes.
  • Si ante cualquier escena de sexo común y corriente, ya sea en una película de acción o una novela, el personaje tiende a “tener que ir al baño” todas las veces, estamos ante el mitológico “mancuernerus imparabilus” uno de los más viciosos del lustrado de bastón.

Y así tenemos varios más que no vienen al caso. Hay un estudio que dice que si una persona puede estar 30 días sin tener relaciones o masturbarse es declarado libre del vicio, pero todavía es teoría ya que aún no hallan voluntarios para probar la tesis.

Les leo algunos de los mensajes que me han mandado a mi email:

  • Patricio de San José que dice que una por día le alegra la vida.
  • Andrea de Bermejo dice que sola llega mucho más rápido, placentero y efectivo.
  • Maxi de Dorrego dice que si no se toca al menos cuatro veces en la semana anda nervioso y no duerme bien.
  • Romina de Lavalle dice que puede estar 30 días sin tocarse si le ponen un millón de dólares y una casa en Punta Cana
  • Gabriel Conte, de Ciudad dice que al menos seis a la semana mantienen estable al matrimonio.
  • Cecilia de San Rafael dice que prefiere el sexo, pero una palmadita de vez en cuando le ponen sal a la vida.
  • Rodolfo de Godoy Cruz dice que no hay nada mejor que un masaje con final feliz, más si es propiciado por un africano.
  • María Luz de Villa Nueva dice que suerte que su marido tiene manos para tocarla que si por el miembro fuese ya se habría olvidado hasta de su nombre.
  • Martín de Costa de Araujo dice que es un vicio que jamás va a dejar, que antes prefiere dejar el asado y el fernet.
  • Jimena de Rodeo dela Cruzdice que se hace la boluda, pero por más que se mienta muchas veces se ha pasado de más el jabón y le ha encantado.
  • Darío de Luján dice que gracias a la paja está a años luz de morirse de cáncer de próstata, así que le debe la vida.

Personalmente creo que no hay drama que se transforme en vicio, siempre y cuando entendamos que es un acto unipersonal y que en una pareja los tiempos son distintos. Si uno le da cuerda al barrilete y dale que dale y se acostumbra a los escasos tiempos en los que se accede al orgasmo, se olvida que el día de mañana, cuando comparta con otra persona, puede que maneje otros tiempos y que no disfrute ni llegue a nada. Entonces, si es como mero entrenamiento o distracción y entendemos que es un acto, en cierta medida, egoísta e irreal y que cuando seamos dos (o mas) no es igual, creo que no hay un límite en la cantidad y que mientras más… mejor.

(*) Bloque leído en vivo por Alessandro Rampollo en «Radio Mendolotudo» por FM MDZ 105.5 el jueves 26/1/2012

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