Ernesto “El Flaco” Suárez protagonizo “Camino a La Paz” la cual es un gran éxito en cartelera, entonces me acorde que Mendoza siempre fue un polo cinematográfico, muchas películas se han filmado acá en la provincia, pero varias películas son locales, con artistas de acá y de muy buenas calidad. Les dejo 4 que no pueden dejar de ver:

Road July

Santiago es un hombre desordenado e inconstante. July tiene diez años, ha perdido a su madre hace seis meses y no conoce a su padre. Valeria, tía de July, le propone a Santiago que lleve a July a San Rafael, donde la niña suele pasar las vacaciones con su abuela materna. Santiago se muestra reticente pero este viaje representa su única oportunidad de conocer a su hija. Santiago y July emprenden un largo viaje a través de las desoladas rutas mendocinas en un viejo Citroën. A lo largo de la travesía, Santiago y July tendrán la posibilidad de conectarse por primera vez como padre e hija en un viaje que cambiará sus vidas para siempre.

La pasión de Verónica Videla

Verónica, travesti mendocina, trabaja tirando el tarot y como empleada doméstica. Tiene 2 pasiones: estudiar psicología, su mayor deseo, y vivir en Mendoza, lo que padece por ser diferente. Su vida se complica cuando no la dejan inscribirse en la facultad por su identidad de género. Verónica deberá enfrentarse al doloroso hecho de resolver el dilema de su compleja identidad en medio de la indiferencia y los prejuicios sociales. Deberá luchar para tener una vida común y corriente.

El penal

El penal es una historia que refleja la pasión de un campeonato amateur, en el que un club poco ganador tiene la gran posibilidad de obtener su primer campeonato de la historia. Pero además se teje una historia de amor con el protagonista y una chica del pueblo.

Algunos días sin música

Sebastián se muda junto con sus padres a las afueras de la ciudad de Mendoza. Un nuevo entorno, un desconocido comienzo de clases. Mientras canta el himno, conoce a Guzmán y Email. Simultáneamente, los tres deciden que si las maestras se murieran ahora, nada cambiaría. Así lo desean y el antojo es hecho. Su maestra de música cae al piso y muere. Por un tiempo indeterminado, las clases están suspendidas y ahora ellos, con todo el tiempo a su disposición comienzan a preguntarse si tuvieron que ver con la muerte. Con remordimiento, pero sin angustia, caminan por los calurosos suburbios en plena lucha con los impenetrables oídos de la adultez.