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Curiosidades científicas

Azar o no tanto

La historia de la ciencia nos cuenta como Alexander Fleming descubrió “casualmente” la penicilina y recibió por esto el premio Nobel.  El 28 de septiembre de 1928 Fleming volvía de vacaciones cuando encontró que sus cultivos de la bacteria Staphylococcus aureus estaban contaminados por un hongo. Tiró algunas de las placas, pero tenía a un amigo de visita en el laboratorio, al que le mostró su trabajo. En ese momento se dió cuenta de que en algunas placas que no había tirado se había desarrollado un hongo y que las bacterias no crecían cerca de él. Más tarde el hongo fue identificado como Penicillium notatum por Charles Tom. ¿Cuánto de azar hubo en este descubrimiento?

Las propiedades bactericidas de diferentes mohos se conocen desde la antigüedad. Los griegos, hindúes, chinos, rusos y árabes conocían de una u otra forma estas características. A finales del siglo XIX ya se sabía de la existencia de bacilos y Robert Koch había enunciado su teoría de que estos causaban las enfermedades. John Scott Burdon-Sanderson, Joseph Lister, William Roberts, John Tyndall, Louis Pasteur y Jules Francois Joubert, Carl Garré, Vincenzo Tiberio, Ernest Duchesne, Andre Gratia y Sara Dath entre muchos otros observaron las propiedades bactericidas de los hongos. Fleming conocía todos estos antecedentes. Decir que su descubrimiento fue “casual” es casi un insulto. Un científico rara vez adivina, sino que se basa en la información que posee. El mérito de nuestro amigo Alexander fue haber visto lo que otros no vieron y convencer a los médicos, luego de muchos años, sobre la utilidad de la penicilina.

Como nota curiosa podemos comentar que un científico costarricense, Clodomiro Picado, obtuvo los mismos resultados unos años antes que Fleming, pero no los patentó.

Rayos desconocidos

Otro descubrimiento que se suele atribuir falsamente al azar es el de los rayos X. Veremos que no fue así en absoluto.

William Crookes investigó el efecto de realizar descargas eléctricas en gases a baja presión. Entre otras cosas notó que existía una radiación que generaba imágenes en las placas fotográficas que se colocaban cerca del tubo que contenía el gas. Más tarde, Nicola Tesla advirtió sobre el peligro potencial de estas radiaciones para los organismos vivos.

Wilhelm Röntgen notó que una solución de cristales brillaba en la oscuridad como consecuencia de la radiación producida por los tubos de Crookes. Investigó con muchísimo detalle el alcance y penetración de la radiación. Utilizó diferentes materiales para saber cuales era capaz de atravesar, a que distancia y que efecto producían en las placas fotográficas. Obtuvo una imagen de una pesa, simplemente interponiéndola entre el tubo y la placa. Tiempo después realizó la primera prueba con una persona. Su esposa se ofreció como voluntaria y la imagen de los huesos de su mano, con un anillo en uno de sus dedos, se convirtió en la primera radiografía de la historia. Ella dejó su mano durante 15 minutos (!) expuesta a la radiación para obtenerla. La técnica evolucionó muchísimo con el tiempo y hoy es una de las principales herramientas del diagnóstico medico.

El nombre de “rayos X” viene del hecho de que Röntgen no sabía exactamente que eran. En Alemania, patria de su descubridor, se los llama por su apellido como homenaje.

Familias científicas

Los rayos X no se utilizan sólo en medicina. Existe una técnica ampliamente aplicada en física del sólido que los utiliza para determinar la estructura atómica de un cristal. Esta técnica fue utilizada por primera vez por William Lawrence Bragg y su padre William Henry Bragg. Ambos recibieroan el premio Nobel de física en 1915, siendo la primera vez que padre e hijo fueran galardonados juntos con este premio. Esto me da pie para contarles sobre otros científicos que trabajaron con sus parientes. 

Kai Siegbahn, físico sueco, compartió el Nobel en 1981 por sus estudios en espectroscopía y láseres espectroscópicos.  Su padre, Karl Manne Siegbahn había obtenido el mismo premio en 1924, por trabajos similares a los de su hijo, pero con rayos X. Dicen que la manzana no cae muy lejos del árbol…

Sin duda los esposos científicos más famosos son Pierre y Marie Curie. Ella era polaca (su apellido de soltera era Sklodowska) y él francés. Trabajaron juntos en experimentos relacionados con la radiactividad. Descubrieron los elementos químicos radio y polonio, éste último denominado así en homenaje a la patria de Marie. Cuando Pierre murió en 1906, ella lo sucedió como profesor de la Universidad de la Soborna, siendo la primera mujer en lograr este cargo. Recibió un premio Nobel junto a su esposo y al físico Henri Becquerel por el descubrimiento de la radiactividad y otro por sus estudios sobre el radio, convirtiéndose en la primera persona en recibir dos Nobel…

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