La piba decidió no usar corpiño para un día normal de su vida y el país entró en pánico. Los noteros le hacían notas como si la mina hubiera reformado una ley trascendental para el futuro de la sociedad, así creo que estamos. Para escribir esta nota me puse un tema que amo profundamente que es “Una piba con la remera de Greenpeace” del disco Momo Sampler de mis amados Redonditos.
Puedo encararlo desde dos puntos de vista. El primero, siempre contaminado por mi visión utópica y positiva de las cosas que es pensar que este tipo de noticias tienen que estar, tienen que verse, tienen que debatirse. Está bueno que de repente se planteen este tipo de “debates” que van abriendo miradas y otros debates bebés (que en realidad de bebés no tienen un pedo porque los necesitamos para evolucionar) como por ejemplo qué tanto sentido tiene que el reglamento de convivencia de una institución contenga reglas de vestimenta. Me resulta totalmente ridículo y antiguo… que te pongas una camisa o que te pongas un poncho no determina en absoluto la responsabilidad o el compromiso que podés manifestar hacia determinada institución.
Lo que más me gustó leer eran las reacciones de los compañeros. Todos dándose cuenta: es una sanción tan pero tan irrisoria, tan pedorra que no nos podemos quedar calladxs. Vamos a ser sinceros, los estados en las redes sociales de lxs pendejxs son espectaculares. Ellxs mismos definieron que había que moverse, que hay que manifestarse, que no nos podemos quedar calladxs. Y eso, ampliando un poco el panorama, me deja en paz pensando que hay futuro pensante. Que no vienen robotitos a seguir reglas que no cuadran con la lógica de la libertad y el respeto.
Me llenó el corazón leer a lxs pibes en campaña, decidiendo ir vestidxs con todo lo que está estúpidamente prohibido: musculosas, shorts, ojotas. En realidad, es una manifestación pacífica. HERMOSO. Cuánto que aprender, ¿no?
Pienso además que mientras más cómodxs estén lxs pibes en una escuela, más eficiente es todo lo que pasa a su alrededor, más entregadxs van a estar a la educación, más libres… por ende más auténticxs y que más queremos que formar un futuro plagados de personas con convicciones marcadas de libertad y respeto por el gusto y la comodidad ajena.
Me gusta que se haga noticia de esto, pero ahora viene el segundo punto de esta vista tan apasionado que tengo (a veces demasiado). Las notas no se dieron cuenta que el colegio se estaba cayendo a pedazos, las notas no ridiculizaron el planteo pedorro y no le dieron el enfoque a lo que deberían habérselo dado que es un poco todo lo que hablé más arriba.
Una chica que no quiere usar corpiño porque no quiere usar corpiño no tiene porqué hacerlo. ¿Qué determina que esa chica sin corpiño está perjudicando al sistema educativo?
Hay alternativas, necesitamos avanzar. Puede alguien no estar de acuerdo, pero la realidad es que me cuesta mucho entender los puntos que podrían justificar una sanción por ese acto. Sí, las sanciones son necesarias en casos como faltas de respeto, por las crueldades, por actos de discriminación, por vandalismo (siempre y cuando no esté manifestando una necesidad o un mensaje) pero no puedo conciliar la idea de ser sancionada por no llevar corpiño. No puedo verlo, no me entra en la cabeza.
Dejemos de joder, enfoquemos las noticias donde van, poniéndonos en la espalda la enorme responsabilidad que tenemos como comunicadores. Por favor, entrevistemos a la chica, veamos qué tiene que decir. Observemos a lxs adolescentes, ellxs son lxs que tienen el futuro en nuestras manos. Ellxs son lxs que tienen mensajes que dar y estamos todxs leyendo como locxs que la chica fue sin corpiño al colegio y que la rectora no entendió nada y se mandó a seguir un reglamento que quizás desde ese día puede cambiar.
Cuando yo iba al colegio, la directora pasaba caminando y nos miraba si teníamos la camisa adentro de la falda, ¡¡¡no nos dejaban usar pantalón en invierno!!! Ahora gracias a estos temas mal entregados a la sociedad, pero entregados en fin, es que puedo notar lo mal que estaba todo eso. Admiro lo que hemos logrado, me emociona hasta los pies que exista esa libertad de expresión que antes (10 años atrás) no se pensaba ni siquiera un porqué.
Estos últimos días llenos de una revolución interior re copada que estoy viviendo, entendí y proyecté un poco mis pensamientos ideológicos a mis sentimientos. La mejor conclusión que pude sacar es que no existe revolución sin extremos. Podemos elegir a veces el camino del medio, pero hay temas en lo que el gris no tiene razón de ser.
Hoy, en este mundo donde se grita un pedido inmenso de PAZ y de RESPETO no existen grises. Dejémoslo todo aprendiendo de este tipo de manifestaciones pacíficas (aunque los que me han leído antes saben que a veces justifico por desesperación las pintadas de calle, patrulleros y etc). Me cuesta hacer lo que escribo, me cuesta comprender al que no ve lo que yo veo, me cuesta leer al que no ridiculiza la sanción de la directora… pero por eso mismo pedí una contranota a uno de mis colegas. QUIERO y necesito para crecer, para evolucionar que hablemos más de esto.
Con mi grupo de amigos el otro día nos encontramos hablando del aborto con un nivel de compromiso y de ideologías tan copado que brindamos a pesar de tener todos pensamientos bastante opuestos. Hay que hablar los temas, hay que leer y hay que siempre pensar en el futuro que son estxs pibes.
Así que esta nota se la dedico a Bianca, por esta hermosa revolución que armó solo por no querer usar corpiño ¡Vamos pibxs! Son el futuro.
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