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El dolor de perder a tus seres queridos

Se hablan y dicen tantas cosas sobre la superación de esto o aquello, cómo conocerse, cómo quererse, cómo crecer. Estos y muchos otros conceptos podemos verlos a menudo en los libros de autoayuda. Pero cuando te toca el alma, cuando es precisamente el dolor el que te lacera el alma, no hay libro, no hay palabra, no hay receta, no hay magia alguna que pueda consolarte. Sentís que solo las lágrimas irán tal vez “limpiando” el alma para que de a poco creo, comiences a ver la luz y comiences tal vez a tener paz y alegría nuevamente. La pérdida de un ser querido es tan desgarradora, te abre tantos interrogantes, si hubiera hecho esto, si hubiera pasado aquello… pero ya es tarde y no fue.

Te planteas por qué no dijiste mas veces te amo, por qué no dijiste más veces gracias y buscas explicaciones ante la ausencia de ese ser que amabas y que tal vez por cobardía, por falta de tiempo, por un enojo sin sentido, no lo hiciste. Si hoy tengo que hablar de consuelo, no lo tengo.

Hace unos días perdí a mi abuela, una pérdida que marcará el resto de mi vida. Podría decir que de todas las personas que conozco ella fue sin dudas, el ser mas maravilloso que Dios puso en mi camino. Desde el primer día que llegué a este mundo ella estuvo a mi lado y nunca, ni por un segundo se alejó de mí. Tuve la suerte de conocer su historia, de conocer su vida, que por todos sus relatos se que no fue nada fácil. Nació en una familia muy humilde, cumplió el rol de hija y madre a la perfección, fue una gran tía que trajo al mundo a una sobrina a quien tiempo después brindaría un hogar sin importarle las acusaciones de la gente. Excelente madre que nunca permitió que faltara algo en su hogar, se levantaba 6 de la mañana para preparar la comida y luego partía caminando hacia su trabajo. Crió cuatro hijos de la manera que creyó mejor y si alguna vez se equivocó no fue con intención, simplemente era humana y errar es una cualidad muy nuestra.

Lamentablemente la vida puso muchos obstáculos en su camino, uno de ellos fue el divorcio del único hombre que amó en su vida. Y es que separarse del amor con quien había formado una familia no fue nada fácil, en esos tiempos el divorcio no era común. Pero la vida compensó esa gran pérdida y le brindó un hermoso regalo que le daría nuevamente alegría a sus días, el nacimiento de su primera nieta quien les habla. Siempre me dijo que de no haber nacido, ella habría sido la mujer más triste porque no encontró consuelo para tal perdida hasta el momento de mi llegada..

Creo yo, que por tal motivo siempre estuvimos unidas, siempre muy juntas. Ella brindándome su amor y yo brindándole alegría, un intercambio justo a mi parecer. Siempre estuvo ahí para cuidarme cuando estaba enferma y mis padres por algún motivo no podían hacerlo, siempre presente en los actos escolares, las media tardes en las cafeterías, los almuerzos caseros, esos ñoquis que solo ella los podía hacer, tanto amor le dedicaba a todo aquello que nos hacía felices, los fines de semana en su casa, les juro que siempre estuvo conmigo.

Me resulta tan difícil entender que ya no voy a verla más y no voy a tener sus abrazos y sus llamadas por teléfono. Los abuelos son una especie de padres pero mucho más permisivos, generosos y cumplidores de caprichos, lo mejor que una casa puede tener. Mi abuela fue de esas mujeres que dan todo por su familia y en especial por sus nietos, no importaba si tenía que gastar su jubilación, ella le daba todos los gustos a sus nietos amados. Sin dudas esa mujer se ganó el cielo y hoy desde allí me cuida.

Aunque no me guste aceptarlo, se que ella está mejor, ya no sufre, ya no tiene dolores. Se que con el tiempo, fe y esperanza esta herida sanará lo mejor posible. Solo me resta decir que amé, amo y amaré a esa mujer con todo mi corazón. Gracias por todos los momentos vividos que a fin de cuentas, son lo que queda con nosotros. Disfrutemos de cada momento por más pequeño y simple que sea con nuestros seres amados, digámosle cuánto los amamos para que cuando ya no estén, esos momentos y esas palabras sean un motor para seguir adelante.

Escribir esto me hizo llorar pero me ayudo a descargarme y a darme cuenta cuando conocí a mi abuela y cuanto la amo. Gracias de nuevo por el apoyo, para mi es muy valioso en un momento como este.

Escrito por Romi para la sección:

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