/El porque de que si Caniggia es el hijo del viento entonces yo soy el hijo de la devaluación

El porque de que si Caniggia es el hijo del viento entonces yo soy el hijo de la devaluación

Hace años ya (si abarco ancho y exactamente años) que noto como se esta bajando línea de los medios de comunicación para hacernos creer que tomar gaseosas light, finamente gasificadas y de sabores naturales es sinónimo de ser cool.

Pero ahora abarco finito, ¿a que viene esta conclusión y porque titule así esta entrada?

Exactamente en este momento tengo 21 años, y eso significa objetivamente que mi niñez transcurrió con la fantasía del sueño americano del 1 a 1 y del debacle del 2001, de sentir como, literalmente, nos íbamos al carajo en cualquier instante. Me crié tomando koka cola, pesi y devorando frituras de cualquier chaterrerío like Macdonal, berger o panpers. Sí, como cualquier niño en los 90′. Y de repente sin entender porque (a los 10 años pensaba que en el país se vivía como Disnei) me entero que Cavallo en un popular programa de televisión devaluaba y nos acorralaba, mostrando y llorando que en su billetera nada mas tenia $250 (no recuerdo si eran patacones o lecops… ahí me falla la memoria ya). Las gaseosas de primera marca desde ese entonces ya no formaron más parte de mi mesa. Mis viejos, como la gran mayoría de todos los viejos, se volcaron a las 2das marcas de bebidas. Fue un gran desfile de gaseosas con todos los nombres cursis habidos y por haber hasta encontrar la sustituta perfecta. A ver si hilo ancho: Figurety, Pretty, Cordoba, Trompis, Harlem, Goliat, La bichy, Cachorra, Neus, Winners etc. Había tanta cantidad de gaseosas de 2da marca como pobres en el país. Pero la gaseosa ganadora en nuestra mesa, fue la Tai (que después nos enteramos que era envasada por Coka cola) que dentro de todo era bebible y no provocaba ulceras ni gases persistentes.

Como podrán observar, mi estomago y el de la gran mayoría de los que vivimos esta época tuvo que digerir estas gaseosas que desengrasaban grandes motores diesel, oxidaban anclas en el puerto y corrompían a el mas duro de los metales. No fue moco de pavo.

Así que cuando veo estas propagandas de gaseositas nuevitas, donde sus actores son personitas cools, que siempre están sonriendo y tomando del pico y vestiditos como para ir a un asado en un barrio country me indigna hasta las re pelotas. Lo que más llama la atención, que uno podría deducir que apuntan a un público femenino (solteronas que pasaron los 30 años) pero también apuntan a los pavotes. ¿Que viene ahora? ¿una propaganda de rugbiers empresarios que se refrescan con estas gaseositas? ¡En que país vive la gente que hace propagandas de gaseosas cools? ¡Basta loco!

Ricas y suavemente gasificadas. Como pretenden que yo pueda tomar eso si me crié bebiendo bebidas tan ácidas y con tanto gas que podrían hacer funcionar un ford 28 parado hace 2 años.

Están, los mas jóvenes con la sonrisa picara y orgullosa de haber vivido estas historias que de tan hace poco ni son historias todavía.*

Espero que hayan entendido mi propósito, y si no lo entendieron se los resumo en unas palabras: No se dejen aputazar con estas bebidas locas; Que el «macho del subdesarrollo» se despierte y salgamos orgullosos a comer cuanto sanguche de bondiola en puestito callejero, a tomar sin asco nuestras tan amigables gaseosas de segunda marca, a piropear guasamente cuanta mujer se nos cruce, y a compartir mas momentos con los muchachos en la barra.

*Frase prestada por José Larralde, galpón de ayer.

Escrito por Licenciado Peposo para la sección:

ETIQUETAS: