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Elecciones en Malargue

Cuando se acercan las elecciones, en este tiempo de promesas por demás absurdas y arrogantes, donde suenan chistes como “Vamos a bajar la tasa de desocupación a un 5%”, podemos ver la ignorancia sobre la que duerme la política. No digo que la política sea ignorante, ni que los políticos lo sean (nada más alejado de esto). Me refiero a la masa social que mueve, formada por incultos y “brutos”, algo así como una plebe.

El domingo fueron las internas peronistas y de la gente que se presentó a votar, hay un porcentaje (digamos: “importante”), de necios que se creen vivísimos por dejarse manipular por una choripaneada para los amigotes o una bolsa de comida para la familia. Esta historia ya la conocemos: Van los políticos a los barrios, pueblitos, etcétera;  les ofrecen alguna estupidez (con un bolsón no comes un mes ni salvas a tu familia de la miseria, como no se puede tapar al sol con un dedo) a cambio de sus votos, y así se presenta una buena multitud de ignorantes que van a votar como corderos al matadero, solo les falta un cartel en la frente que diga “Idiota Nº XXX”, y no piensan ni por un segundo que de ese voto, de ese derecho-obligación por el que lucho y murió tanta gente depende lo que llamamos Democracia.

Cuando nos encontramos ante una situación complicada en la que tenemos que elegir uno u otro camino, no podemos solo actuar sin previo antes pensar una, dos y mas veces los finales de ambos caminos. Si solo pensamos en un fin inmediato, si tener en cuenta lo que nuestras decisiones pueden producir, estamos haciendo un mal uso de nuestra libertad, estamos siendo necios.

Esta es la ignorancia a la que me refería al principio, la que nos lleva a desear un beneficio en el “ahora” sin pensar en lo que sucederá “mañana”. Dejar que un hijo de re mil puta tome las riendas de la Democracia por querer lastrarme un choripan con mis amigos, o tener dos kilos mas de harina, ¡eso es ser un imbécil!

Es el claro negocio que “vemos” continuamente (hay muchos que no lo ven). Cada año cae más y más el nivel de nuestra educación a pesar de que se gastan millones de pesos para “mejorarla”. Esto es una farsa, se la gastan haciendo institutos donde podes terminar la secundaria en tres meses, o programas donde podes cursar una vez al mes las materias que te quedaron del año pasado, o para darles una netbook a cada alumno para que se la pasen choteando y se masturben en frente de una pantallita de 10 pulgadas  mirando pornografía a los 13 años. Pero no luchan contra la ignorancia, porque no les conviene, alguien culto no se deja manipular por un plato de lentejas, entonces no tienen con que comprarlo cuando llegan las elecciones.

Oficialistas, Oposición o quien sea, todos hacen de la ignorancia un negocio muy lucrativo.

Este país no solo que no va a cambiar, sino que nos vamos a hundir cada vez más, mientras el pueblo no se ponga la camiseta de la democracia y entienda el peso y la responsabilidad que implica darle un voto a alguien.

Hasta que no tomemos conciencia de que el choripan mañana lo cagamos y el bolsón de comida se termina, esto va a ir de mal en peor, y más utópica será la Democracia.

Escrito para la sección “Mendoza Escribe” por Ezequiel

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