/Esperar

Esperar

Acá les traigo algo para que reflexionen y piensen un poco, no todas las personas son capaces de mirar más allá de las cosas, pero empezando se aprende espero que la disfruten:

Cuánta razón de ser se encuentra desparramada en este instante en el que uno decide, si bien hay múltiples caminos, son dos los mejores ponderados. Bien o mal, crédulo o incrédulo…. Suelen haber momentos claves, angulares, decisivos.

Una persona promedio tirando para arriba, personaje reconocido, con una familia ejemplar, bien pagado, cualquier pensamiento subjetivo acerca de su persona seria indudablemente positivo, una vida que llega al clímax, al estado de felicidad. Pero no es tan así, se entera de un día para el otro la presencia de algo no grato, algo como… un cáncer alojado en su páncreas.

Una vida de excesos y felicidad digna de ser vivida, y en momento de plenitud, de madurez, llegamos a este nudo en el cuento, este problema que es el cáncer, pero que podría haber sido cualquier otra cosa. Decimos cáncer porque es lo que tocó, pero podría haber sido el 33, un descuido en el cruce de una esquina, y paf, se acabó fondo negro, telón.

Hablando del cáncer (por poner un ejemplo, igual, no es cualquiera, en este caso sabemos más o menos el tiempo que resta) si uno se entera de que lo padece, y digamos que no es la mejor noticia que nos pueden dar, pero… ¿Cómo se afronta una vida a partir de ese momento? Este es el momento de la reflexión, el momento tal vez, de tomar una decisión, y no es cualquier decisión.

Digamos que esta persona, en este caso hizo omisión de su problema, sus cercanos no estaban enterados del tema. Decidió ser feliz, darse hasta el último gusto antes de morir consumido en su lecho. Qué gusto se le puede encontrar a un acto que debiera proporcionar felicidad, con la sombra de la parca en nuestra espalda.

La familia, el encuentro con personas allegadas. La vida es una sucesión de momentos, felices, tristes, de nada; momentos en fin. Uno cree poder sentirse feliz cuando uno lo desea, pero no es así viejo, la felicidad nos llega, no llegamos a la felicidad. “En búsqueda de la felicidad” en búsqueda del momento oportuno debería ser… ¿Uno disfruta esa búsqueda? ¿Está bien formulada la palabra búsqueda? Cuando la nombramos ya la encontramos…

“Dicen que hay algo que tener, y no muchos tenemos” dice Calamaro. ¿Seremos capaces de estar plenos, completarnos?, habrá que tener algo, o simplemente habrá que quedarse sentado en la parada, esperando. Con suerte el micro pasa enseguida, pero guarda, por ahí el micro se rompió y hay que quedarse sentado chupándose el dedo gordo hasta que haya sido arreglado, esperando a que nos libere de esa nada sin razón de estar sentado en la parada del micro.

Como duele, en el fondo el saber que estamos tirados, arrojados en este largo esperar de oportunidades. Hay oportunistas, por ahí no es lo mejor ser uno de ellos, capaz que sos mala persona, cuidado. En realidad en el fondo estaremos tirados, pero no estamos solos, hay toda una seria de trama de líneas, de grises. Ni blanco ni negro, gris, pero entramado, las personas, la gente. Solos no aguantaríamos, aunque la soledad es necesaria en momentos de espera.

En algunos casos la vida es como un inerte pedazo de caucho. Se estira gris, no se corta pero se va desmenuzando pedacito a pedacito poquito a poquito. Algunos se estiran interminablemente sin cortarse, desmenuzándose bastante, pero aun así las dos partes se mantienen firmemente unidas. Otras veces se estira poquito pero no se atomiza ni un poquito. Estrecho firme, largo débil.

No se trata tampoco de limitarse a una vida de sedentarismo pedante a la espera que ocurra algo interesante, si bien es una espera, también se pueden generar momentos adecuados, por ahí te sale bien o no es como esperabas, pero por lo menos trataste, intentaste, buscaste que haya sido así. Podría fácilmente haberse malentendido la espera, a solo sentarse, capaz pasa algo “perhaps”. Pero no mi amigo necesitamos buscarlo, ahí está la esencia de la vida. Capaz la misma búsqueda es una incesante espera, buscamos pero no encontramos, entonces, ¿esperamos?

Y capaz que es así che, uno continua dándole vueltas a un tornillo que llego hasta el final… Y ¿si ese final es la razón? Qué sentido toman nuestras decisiones, nuestras acciones. ¿Decidimos con libertad?

En una de esas este fragmento de nada es una vuelta más de ese tornillo, un tornillo robado. Un insistir, un existir, una vida dedicada a eso… un poco de nada, de insistir, de existir, de esperar.

ETIQUETAS: