/¿Gorda incogible yo? ¡No señor! Soy diosa oriental

¿Gorda incogible yo? ¡No señor! Soy diosa oriental

–      Me embola que me digan gorda incogible en los comentarios de mis notas.

–      Yo tengo mil complejos, boluda.

–      Me duele en el fondo, culiada… ¡pero mal! Es que la cagada es que una ya ha hecho todo un proceso interno de aceptación. Ya sabés que hay gusto para todos, que sos una gorda linda, que bla bla bla, pero, en el fondo, OBVIO que me gustaría ser una diosa sensual estereotipo de ahora, salir y que te entre la ropa que te gusta…

–      Eso: QUE TE ENTRE. No digo que me quede genial… pero mínimo que me entre, y que la excusa sea solo «no me queda bien».

–      Sí, que te entre y que la vendedora no te mire como si fueras godzilla. ¿Viste que hay lugares donde no podés entrar de la mirada láser que te clavan las vendedoras? Ya vienen con el “NO hay para vos” en la punta de la lengua. Esas cosas son las que me duelen.

–      Ey, me lo han hecho hasta los dueños de los locales.

–      En el fondo no tenemos que quedarnos con la aceptación de que somos lechonas, porque ser gorda no es fácil ni gracioso al final.

–      ¿Sabés qué pienso? Que sé que a la gente no le gusta ver por la calle caminando cosas amorfas como mi culo, pero ¡loco, peor es que ande desnuda y les haga comer eso! Por eso, con más razón, no entiendo por qué no venden ropa para nuestros cuerpos o porque son tan feas y chiquitas. Para hombres hay hasta carpas facheras con forma de remera. Me asa. Por eso a ellos les queda bien ser gordos.

–      No te creas, culiada, deben sufrir igual. Es más, yo digo esto pero soy re selectiva también para culiarme gente. En el cheboli también: si es medio norteño, gordo, muy flaco… es parte de la naturaleza del ser humano ser discriminador, pero yo lo sufro y lo hago a la vez. No se entiende

–      Bueno pero nunca discrimine a nadie SOLO por gordo. De hecho mi ex pesaba 150 kilos. Bueno, también creo que los que hacen la ropa nos vuelven incogibles. Por ejemplo, ayer me fui a comprar un calzón. No quería nada raro… sólo un culoteless o culote sólo, no sé cómo mierda se llaman, la cosa es que la tipa me sacaba bombachas que parecían hechas por “Lonera El Cordobés”, o un cubrepiletas, todas de viejas, colorinches… ¡cuchaaaame! Yo me pongo eso y no es que no me cogen por gorda… ¡no me cogen por tener un tapa rabo tan horrible!

–      Jajajajajajaja es verdad, culiada. No hay ropa moderna para gordas, tenés que recorrerte todo el centro para algo medianamente decente.

–      O sea, ayer pensaba: que no encuentre una falda, BUENO; que no encuentre un pantalón de mi talle, BUENO; que no encuentre una remera de mi talle, BUENO. Ahora, ¿que no encuentre un puto calzón? BASTA. No digo nada raro, sólo un culote. Y existen, porque los uso. Y las tipas me sacaban cada cosa, que me daban ganas de andar en concha por la vida, ¿Me entendés? Pero no puedo porque soy re calentona y vivo empapada, así que necesito algo que sostenga mi protector diario porque ni loca ando con un dedo disfrazado de tampón todos los días de mi vida. NO.

–      Comprate los de encaje de Peter Pan, ¡son tremendos! Vienen en todos los colores y están geniales.

–      El encaje me hace alergia.

–      El culotte es ideal para las que tenemos trasero enorme donde no te podés poner una tanga que se te pierde. Te cubre los costados del traste y te lo hace más manzanita aunque tengas una bondiola marca Acme.

–      Ey, aparte te hace mejor culo… hasta te hace culo sexy… ¿O no?

–      ¡De una, culo sexy! Jajaja.

–      Hasta los cráteres disimula.

–      Igual me ha pasado que, a pesar de tener mil complejos con el orto grande, los tipos se vuelven locos por penetrártelo a morir. Se vuelven locos, culiada, ¡te lo ruegan!

–      Yo una vez me saqué una foto a mi culo con culote y ¡se veía genial!, porque se veía el culo que NO tengo. Bueno y ahí entramos a otro problema: entregar el culo. Vos, por ejemplo, ¿por qué no entregás?

–      Para mí es como una cuestión de piel o no sé qué puta. Lo he hecho con uno solo aunque no lo creas, y es el chongo que me moja la tanga aunque me mande un whatsapp diciendo “hola” nomás. Siempre lo hice con él de la manera más dulce, guarra, tierna, de todas las maneras posibles. Cuando he tenido otros garches buenos, tal vez no me lo han pedido, y prefiero mil veces acabar con la pija en la concha o en la boca, si estoy yo arriba mejor, no duro nada. Lo que sí, siempre me piden en cuatro.

–      Bueno, yo tengo fobia de los olores, por eso no puedo coger por el culo. Aunque esté recién bañada, me da cosa que haya olor o, PEOR, el embarre post-orto. O sea que ni hablar de que me pasen la lengua por ahí. Y sufro, ¿me entendés?

–      Jajajaja sí, sí, te entiendo.

–      porque soy una mina que le gusta el sexo en todo sentido, así que bloquear una parte me mata.

–      A mí me pasa algo raro… como que a la hora de coger ni me importa nada de eso nada de que me veo gorda, o fea, u olor… ¡Nada! Me siento las más sexy bitch del mundo jajaja.

–      Bueno, entonces no sos tan acomplejada, culiada. Yo no me puedo sacar la remera y eso es LA MUERTE. Estuve con un flaco y me dijo: si no te sacás la remera, yo no voy a coger con vos. ¡Y sufrí! Porque, aunque a ellos no les importe, a mi sí, entonces les digo: si lo que querés son las tetas, y acá están (y las saco por el escote), ¿para qué querés que me saque la remera si no hay más nada que ver? Y “eso” me convierte en incogible, sólo que la chupo tan bien que se olvidan y me cogen igual jajaja

–      Jajajajajajaja qué genia. A mi una vez me dijeron “en esa boca hay sabiduría oriental” jajajajajaja.

–      Jajajajajaja. Bueno, decime si no es la posta que nos defendemos con otra cosa. He conocido flacos que me dicen que nunca se las chuparon bien. ¿Sabés qué les digo? ¡Cogete una gorda! Las gordas, como los feos, tienen que sacar a relucir otras cualidades y potenciarlas…

–      ¡De una! Por eso amo a los feos.

–      … entonces, tendrás más grasa que la carne molida «de primera» de la carnicería de la esquina, pero si la chupás bien, ¡te cogen a morir! Y hasta te amasan las carnes con amor.

–      ¡Seeee! Jajajajajaj

–      En fin, concluyendo un poco, la gente es muy pija.

–      Sí, de una.

–      Y nosotras también. Ahora, la pregunta: ¿cómo se cambia esto?

–      No sé, culiada, ¡a mí me preguntás! Jajajajaj este café es una verga

–      Jajajaja sobrada para cinco pe, te diré.

–      Bancame que voy al baño un toq… ¡ah, no, mirá esa gorda cómo se le ve el culo, qué ridícula!

–      ¡No te digo yo! Jajajajaja ¡qué hijas de putas!