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Grandes obras públicas que engrandecen Mendoza

Aquí les dejo la primera entrega de una serie de notas realizadas en homenaje a construcciones que elevan al máximo el gran logro urbanizador de los mendocinos del Siglo XX.

Boulevard de las Palmeras de Av. Champagnat

Una obra monumental y totalmente funcional al venido a menos barrio top de los ‘90 Dalvian, propiedad de la “Famiglia Unita” Vila, entre cuyos miembros podemos encontrar a Danielito, Freddy, Vivi y la otra que parece Hugo Simpson porque la tienen escondida. Hablando de Vivi (Comentario off topic porque soy una chusma por excelencia), ¡¡¡qué éxito su otrora programa infantil de TV en los inicios de Supercanal!!! (Juego apuestas a quién recuerda el nombre), eran otras épocas, recuerdos ochentosos, esta señora hoy se dedica a la educación inicial, dueña de un jardín maternal con marketineros spot por los canales de sus hermanitos. En fin, poniendo el ojo en el objetivo de la nota, las palmeras, ¡especie autóctona de Mendoza si las hay!, han costado miles de horas-hombre de mantenimiento, y otros tantos millones de litros de agua para su conservación (que sobra en Mendoza, ¿o qué me dicen de los aludes?). Obra del gran intendente radical Eduardito Cicchiti, destacado estadista y uno de los baluartes de la democracia cuyana. Nos dejó su huella en la ciudad con tan magnífica idea. Los accesos a este reducto de la “crème menduca” se ven finamente decorados con estos bellos especímenes arbóreos, los semáforos no funcionan nunca, total los habitantes del barrio glam del oeste no los respetan, cometiendo hermosas infracciones dignas de gente educada en los Bro Maristas. La jarilla y el algarrobo no combinarían con la Fuente de Los Leones, hay que decirlo. Solamente tengo quejas por el barrio… ¿Y los muros de contención aluvional? Porque les cuento… naturalmente esa zona contaba con flora que hacía las veces de contención ante aluviones, al hacer el barrio toda esa zona quedó llana, por lo que se debería haber hecho un muro de contención aluvional ante aludes para salvar a la gente del centro de no morir ahogados. Bueno… ¡ese muro no existe! Total… ¡todo nos chupa un huevo! El agua escasea para todos en esa zona, menos para las piscinas de la gente del barrio.

La Bicisenda de Juan B. Justo

El gran faraón radicheta y propietario del hoy emirato capitalino “Don Viti Fayad” nos ha congraciado (y se lo agradeceremos eternamente) con esta maravillosa y práctica obra escultórica en una de las principales avenidas de nuestra ciudad. No entiendo a los que la critican, para mi es re cómoda, ¡¡¡si NO hay circulación prácticamente por ahí!!!, el mendocino promedio se rasca, asique no digan que limita el acceso a la UNCuyo (de pedo que vas a horario de consulta una semana antes de rendir), o al Lagomaggiore (hospital de pobres acuchillados y nido de embarazadas adolescentes), o al reciente carnavalesco y popular Parque Gral. San Martín (Don Emilio Civit se pegaría un tiro en el izquierdo si supiera que su Parque del Oeste, es utilizado por festejos ordinarios). Señores demócratas: hay que recuperar esta calle, otrora punto de esparcimiento de la oligarquía. Volviendo a la bicisenda: la gente que vive en los alrededores de esta calle de la Quinta Sección ya es octogenaria, así que no tienen carnet de conducir. Que circulen en bicicleta, que es saludable y ecológico. Además poseen el trole “Parque” y el “UNCuyo”, un tren bala al estilo menduco. Este era el lugar perfecto para concretar esta bella obra pensada por los más congraciados ingenieros de Mendoza, estacionamiento vehicular de ambas manos, múltiples líneas de colectivos que circulan por la zona, una avenida con gran movimiento comercial y buenos restaurantes era merecedora de esta genialidad urbana. ¡¡¡Mendoza Maravillosa!!!

Rotonda de Los Caballitos de Marly

Una obra impecable, sumamente necesaria en dicho punto del gran parque que nos produce orgullo, ¿Por que quién no ha dicho ante la visita de un familiar porteño: “Tiene más de 300 hectáreas, y fue planificado por el Carlitos Thays, el mismo de los Bosques de Palermo” como queriendo competir con dicho paseo plagado de travestis?. Los caballitos, copia de los ubicados en la famosa avenida Champs-Élysées parisina, se ven rematados en sus bases con magnánima obra. Fue indispensable su concreción para cumplir como contenedora de beodos que venían de partuza desde los boliches del Challao,  y como circuito deportivo en las antiguamente famosas y hoy perseguidas “picadas”. Alrededor de la rotonda se congregan en armonía los amantes del Citroen, del Fiat 1500 y del Dodge Polara entre otros. Las mañanas de caminatas al aire libre se ven bellamente decoradas con autos accidentados cuyos conductores no visualizan tan carismático emblema mendocino, si no se comieron antes la de Monseñor Orzali.

Plaza Sarmiento:

Valuarte de la Tercera Sección capitalina, esta plaza se destaca por un conjunto escultórico que al pasar nos trae a la cabeza las grandes obras del famoso Auguste Rodin, lástima que las mismas sean utilizadas como refugio de ebrios, drogadictos y prostitutas. Esta plaza ha quedado discriminada por los productivos y  remodeladores intendentes capitalinos de la era contemporánea Viti, Iglesias, Iglesias reelecto, Raúl Vicchi, Eduard Cicchiti, Viti, Viti (y vá por más después del “Milagro Burgos”). Las plazas en Mendoza tienen su objetivo: ser espacios de recreación para sus pobladores, pero principalmente como lugares de evacuación en caso de terremoto, por ellos defiendo dicho lugar, ya que ¿dónde evacuaríamos la amplia cantidad de prostíbulos, departamentos privados, saunas, “kioskos” de alucinógenos y demás sitios culturales que la rodean? Sus ejemplares de árboles y arbustos esconden gratos secretos, amplia variedad de preservativos nos colorean los senderos internos.

Bueno, esta nota continuará, los voy dejando porque me voy a tomar unos mates bajo el olmo del Parque Cívico, finamente podado por manos expertas hace unos días. Les dejo el link, voten: http://www.mendozamaravillosa.com

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