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La dimensión desconocida

Muchas veces escuchamos hablar de “otras dimensiones”, “mundos paralelos” y otras cosas entre la ciencia ficción y la chantada parapsicológica. Voy a intentar explicar de que se trata, que cosas sabemos y que cosas podemos imaginar sobre este tema, siempre basados en la ciencia. 

¿De qué hablamos cuando hablamos de “dimensiones”? Es un concepto que muchos manejan de oído, quizás sin tenerlo del todo claro. Desde el punto de vista de la matemática tiene una definición precisa, como era de esperar, que de alguna manera explica su utilización por parte de todo tipo de charlatanes de feria para explicar los llamados “fenómenos paranormales”. También se utiliza en la ciencia ficción, muchas veces con el nombre de “universos paralelos”, aunque este concepto no es totalmente idéntico al de “otra dimensión”. En un universo paralelo suele ocurrir que casi todo es y funciona como lo conocemos, salvo algunos detalles que son el eje de la historia fantástica. Pero volviendo a las dimensiones, veamos algunos ejemplos para entenderlo mejor. 

Vivimos en un mundo de 3 dimensiones o 3-D  (suena mucho más cool). Les propongo un ejercicio de imaginación para entender por qué es así. Supongamos que vamos viajando en un tren. Como todos sabemos, el movimiento del tren está limitado a las vías sobre las que rueda. Sólo nos es posible avanzar o retroceder sobre ellas, ir hacia adelante o atrás, pero no movernos hacia los lados. Este es un ejemplo de movimiento en una dimensión o unidimensional. Si viajamos en un auto, tenemos una libertad de movimientos más amplia. También podemos ir hacia adelante y hacia atrás, pero además nos es posible el movimiento hacia la izquierda o la derecha. Agregamos una dimensión y ahora tenemos un movimiento bidimensional. Combinando ambas direcciones de movimiento (adelante-atrás y derecha-izquierda) ya podemos movernos en un plano en vez de hacerlo en una línea. Es muy importante notar que las dos direcciones que mencionamos son perpendiculares, es decir que forman un ángulo de 90 grados entre ellas. Los matemáticos dirían que son ortogonales, pero suena feíto…Para completar el ejemplo solo nos falta subirnos a un avión y ver que ahora además podemos movernos hacia arriba y hacia abajo. Esta nueva dirección de movimiento, que en un arranque de originalidad voy a llamar arriba-abajo, es también perpendicular a las otras dos. 

¿Existen más dimensiones? Desde el punto de vista matemático se pueden seguir definiendo formalmente todas las que queramos. Cada nueva dimensión es perpendicular a todas las anteriores. Desde el punto de vista físico no es tan simple. Justamente podemos asegurar que vivimos en un mundo de 3 dimensiones porque no podemos encontrar otra dirección de movimiento perpendicular a las que ya definimos. Esa es la clave. No importa de que manera nos movamos en el espacio, ese movimiento siempre será una combinación de adelante-atrás, derecha-izquierda y arriba-abajo. No sé si alguien podrá, pero yo no consigo imaginarme una cuarta dimensión (mucho menos dimensiones superiores…). De todas maneras no vamos a dejar que esto detenga nuestro razonamiento, ¿verdad? 

Como seres de 3 dimensiones podemos usar algunas analogías para imaginar que pasaría si alguien de 4 dimensiones pudiera colarse en nuestro mundo. Lo haremos, obviamente, estudiando que pasaría si un ser de 2 dimensiones se encontrara con nosotros en su mundo. Antes de eso déjenme mencionar algunas cosas curiosas. Nos pasamos la mayor parte del día imaginando un mundo de 3 dimensiones mientras miramos imágenes bidimensionales. ¿Ya adivinaron? Estoy hablando de la televisión y las computadoras. Los estudios de cine gastan millones de dólares para engañar a nuestro cerebro y hacerle creer que lo que vemos en la pantalla tiene volumen, además de evitarse en muchos casos la molestia de filmar una película que tenga algo de contenido en su argumento. Esto es posible debido a que nuestra percepción del mundo tridimensional depende de la habilidad del cerebro para interpretar las imágenes que le llegan de ambos ojos. Cada imagen es levemente diferente (hagan la prueba de guiñar alternativamente los ojos) y esta diferencia es lo que sirve para construir la sensación de profundidad y distancia. Si desde la pantalla le mostramos a cada ojos una imagen levemente modificada respecto de la que ve el otro, el cerebro cree que está viendo un objeto en 3-D. 

Volvamos a nuestro amigo bidimensional. ¿Cómo sería? Yo diría que muy parecido a nuestra sombra, siempre vagando por el piso o las paredes, pero sin poder despegarse de ahí. Nota levemente escalofriante: ¿no seremos nosotros mismos la sombra de seres cuatridimensionales…? Pensemos en algo más simple, una hormiga caminando sobre una esfera. El bicho no tiene alas ni la tecnología para despegar de la superficie, así que a los efectos prácticos solamente puede moverse en 2 dimensiones.

Como se puede ver en el dibujo, para llegar hasta la manzana debe recorrer una parte de la superficie de la esfera. Pero, ¿que pasaría si el individuo más inteligente de la especie descubriera que puede cavar un túnel y llegar a la manzana por adentro de la esfera? Bueno, habría descubierto un atajo en la tercera dimensión que le ahorraría bastante camino. Quizás si el individuo más inteligente de nuestra especie descubriera la cuarta dimensión podríamos viajar distancias que hoy nos parecen imposibles, simplemente usando atajos que hoy no podemos ni imaginar. Sería como magia. De la misma manera que una hoja que cayera delante de la hormiga parecería haber aparecido de la nada, ya que en su mundo bidimensional no comprende el concepto de algo que viene desde arriba. 

Dijimos antes que somos seres tridimensionales. ¿Y el Universo? ¿Cuántas dimensiones tiene? Algunos físicos teóricos dicen que las ecuaciones predicen 11 dimensiones, pero que todas ellas quedaron inaccesibles salvo las 3 que conocemos. Parece difícil de probar, salvo por alguna consecuencia indirecta de la existencia de estas dimensiones extra que “vivieron” apenas una fracción ínfima de tiempo después del Big Bang. 

Vemos también que otra dimensión no sería necesariamente un universo paralelo. Las cosas serían muy diferentes en un mundo de 4 dimensiones. Y más que parelelo sería un universo perpendicular…Algunas teorías físicas hablan de que nuestro Universo sería solo uno de muchos creados al mismo tiempo, pero no habría contacto entre estos universos ni posibilidad de viajar de uno a otro. De nuevo, algo muy difícil de probar, casi una creación de la ciencia ficción. 

Me queda solo una cosa para comentarles y dejarlos pensando, porque de eso se trata también esto de darles todas las vueltas posibles a las cosas. Me refiero al tiempo. Para nosotros el tiempo es unidimensional. En realidad solo podemos movernos hacia adelante en el tiempo y siempre a la misma velocidad. Ya sería revolucionario poder retroceder o avanzar a gusto por esa única dimensión. Pero, ¿será la única dimensión temporal? Quizás podríamos imaginar otras, en analogía con las dimensiones espaciales. Las consecuencias de su existencia serían casi delirantes, pero no es un mal ejercicio activar las neuronas de vez en cuando.

 

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