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La tolerancia intolerante

Buenos días a todos… Después de unas semanas agitadas y plagadas de sermones y moralismos debido a la nota de una compañera, he decidido hacer mi descargo.

En esta nota no voy a intentar convencer a nadie de que mis pensamientos u opiniones son las correctas, solamente voy a ser yo en mi esencia, como lo fui siempre.

Durante mucho tiempo siempre se cuestionó hasta que lugar llegaba la libertad de expresión, hasta qué punto afectaba el derecho a la imagen, el derecho a la intimidad o al honor, a esto haré referencia en estas líneas, y voy a intentar ser objetiva.

Como muchos saben, internet puede ser un arma de doble filo, es muy útil para muchas cosas, así como también es peligroso… Gracias a internet, todos podemos mantenernos informados y opinar sobre distintos temas, también podemos interactuar con personas, abrir debates muy interesantes como los que se abrieron esta semana, etc.

Ahora vamos a lo peligroso…

En las redes puede tergiversarse todo, lo que conlleva a conflictos, malentendidos, discusiones sin sentido, peleas bastante molestas, escraches, insultos, etc. Los grandes conflictos mundiales y nacionales siempre se produjeron por la diversidad de ideas, como los peronistas y radicales, unitarios y federales, capitalistas y comunistas, los fachos y los zurdos, y así sucesivamente.

En los últimos años se desató una ola de ideas de izquierda, progresistas y feministas que se expandió a través del mundo, pero sobre todo en Argentina, ya que nuestro país fue la cuna del colectivo “Ni Una Menos” en alusión a la cantidad de muertes de mujeres en los últimos tiempos.

Hace dos semanas, tuvimos un suceso bastante ruidoso en el staff, una de nuestras colegas hizo una nota bastante polémica acerca de las “Mamás luchonas”, la cual no podemos discutir el nivel de dureza con la cual la redacta, pero, sin embargo, muchas personas iniciaron una cacería de brujas para con ella, escrachándola, insultándola y rebajándose al nivel de agresividad de su nota.

Muchos de los colectivos feministas promueven lo que se llama “sororidad” lo cual, etimológicamente significa “hermandad, solidaridad para con sus pares mujeres” … ¿A dónde quedó la sororidad que tanto se predica? ¿Por qué se postula en contra de la violencia a la mujer, si cuando una comete un error, se sale a defenestrarla mediáticamente mediante insultos o escraches?

Vayamos a otro punto, la palabra “Fascista”.

Esta palabra, muy de moda, por cierto, surge de un movimiento liderado por Benito Mussolini (Ex militante socialista) en la Italia del siglo XX, se encuentra en las ideas colectivistas del socialismo y más propiamente como una escisión patriótica del marxismo, que comparte las tesis del rechazo al mercado libre, la sociedad burguesa, el gobierno limitado y la propiedad privada y en la exaltación de un sector de la sociedad como el elegido por la historia para dirigir las vidas del resto de la sociedad que por razones históricas está permitido de vulnerar el principio de igualdad ante la ley al reclamar derechos especiales sobre los demás.

Los “fachos” son las personas que impulsan la violencia por el que piensa distinto, tiene una religión distinta, una raza distinta. El fascismo siempre se caracterizó por hacer actividades intimidatorias como la destrucción del mobiliario público, la violencia física, y los órganos ejecutores podían ser el Estado o grupos juveniles organizados paramilitarmente.

En el siglo XXI, donde ya han pasado dictaduras y movimientos que le costaron la vida a la gente, ¿No es muy exagerado decirle “facho” a alguien por expresar una opinión? Después discutamos con argumentos válidos si la nota es o no una mierda, pero realmente, ¿No creen que está mal seguir pateando a alguien que está en el piso?

Hace 30 años que vivimos en democracia y dudo que alguno de ustedes sepa realmente lo que es el fascismo, la dictadura, la censura, la violencia, y sin embargo nunca vi una persecución tan grande por una puta nota como ahora.

La violencia es mala, por ambas partes… Por la nota y por amedrentar una disputa mediática. Seamos conscientes de lo que opinamos en internet, tanto los que escribimos para un medio como “El Mendolotudo” como para los opinólogos que se la pasaron bardeando.

Acá nadie es periodista, nadie cobra, no me considero una estrella… Me considero una mujer que lucha por la libertad de expresión sin violencia y por los debates sanos donde se pueden intercambiar ideas sin llegar a la violencia que tanto repudian y después ejercen sin piedad.

Y como dijo Etienne Gilson: “Hay un problema ético a raíz de nuestras dificultades filosóficas, los hombres somos muy aficionados a buscar la verdad, pero muy reacios a aceptarla.”

Que tengan una buena semana.

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