/Los celulares… ¿nos unen o nos separan?

Los celulares… ¿nos unen o nos separan?

Es moneda corriente escuchar a tus viejos o abuelos despotricar contra el uso de celulares, hacer alusión a tiempos pasados, donde todo era mejor y más feliz (como si nosotros no fuésemos fruto de ellos) y defenestrar el “tiempo perdido” frente a la pantalla táctil. En cierto punto puede que tengan razón, pero cuando me pongo a pensar racionalmente sobre el tema caigo en la conclusión de que están completamente errados.

Voy a poner como ejemplo un tipo común y corriente, como yo, como cualquiera, una media. Soy relativamente extrovertido, sociable, tengo un grupo de amigos estable y conozco la gente necesaria para ser más o menos feliz. Soy del 83, tuve mi primer celular a los 22, que lo más loco que hacía era enviar mensajes de texto a cualquiera de los 64 contactos que permitía almacenar. Ahora soy usuario de la mayoría de las redes sociales disponibles. O sea que puedo decir que transité ambos estadíos, el de humano con y sin celular. Daré mi puntos de vista histórico e iré refutando cada uno de los típicos dichos…

Se ha perdido la conexión real con la gente, la cotidianidad de conversar con las personas”

¡Cierto que antes nos parábamos en medio de la calle a conversar con cualquier desconocido!… por favor, si nos daba el cuero ni para charlarle a una mina que nos cruzaba la mirada en la vereda. En mi vida le hablé a un desconocido que no fuese dentro de un boliche o recital.

No disfrutan de los paisajes diarios, corrientes… como el recorrido del colectivo o el ingreso a la ciudad”

Como si antaño fuésemos deslumbrándonos con las casas de barrio y el asfalto… toda mi vida fui de mi casa al colegio en bondi pensando en minas, escuchando música, repasando alguna lección o durmiendo. Ni puta idea de lo que pasaba afuera. ¿Desde cuando el nudo vial o el acceso Sur fueron paisajes maravillosos?

Estamos todo el día con el celular y no conversamos con la familia”

Como si nuestros viejos antes dejaban de hacer sus cosas para charlar con nosotros. Creo que tenía más diálogo con el papá de mi vecino que con mi viejo. Cierto que antes nos llevábamos re bien con nuestros hermanos menores, los sacábamos a bailar y estábamos chochos de que cumplan el rol de policía. Loco… acompañá a tus hijos en sus gustos y deportes, no le eches la culpa al celular.

La amistad era más genuina”

Hoy podemos tener infinidad de amigos en las redes sociales y estar conectados con cualquiera de ellos en todo el planeta. Podemos saber a diario cómo esta ese amigo en Ucrania, qué cenó, que música está escuchando y a qué hora esta disponible, mientras antes de pedo recibíamos una carta por año de él. Podes conocer desconocidos y forjar entrañables amistades a base de eternas conversaciones por chat. Al verte todo esta igual de bien.

Pierden más tiempo en el celular que en reunirse con gente”

Parece que se olvidan que generalmente estamos coordinando juntadas con cuatro o cinco grupos a la vez; los del laburo, los de la facu, los del club, los del barrio…

Antes los jóvenes leían libros”

Primero… no a todo el mundo le gustaba leer libros. Recuerdo cómo mis compañeros de primaria y secundaria padecían tener que leer obligatoriamente en las clases de lengua y preferían ver la película del libro y currar con eso en el examen. Por otro lado creo que ahora los jóvenes leen mucho más que antes. Sin dudas cosas de peor calidad, porque no podemos comparar un libro de Cortazar con el Twitter de Yayo, pero enfocándonos en el acto de leer, hoy se lee mucho más.

Antes había que esforzarse por saber las cosas y eso nos hacía astutos e inteligentes”

Otra mentira… antes de pedo llegabas a un par de fuente de información, según el idiota de turno, y no te permitía ser objetivo ni saber toda la verdad. Hoy tenemos un gran acceso a la información que nos permite escuchar los repiques de todas las campanas habidas y por haber. Tenemos un océano para bucear.

Levantarse una mina era toda una proeza”

Hoy también lo es, con la diferencia que sorteamos muchísimos pasos infumables, como las citas a ciegas, saber si hilvana o no una palabra, tener noción de quién es y que gustos tiene sin caer en preguntas estúpidas y poder concretar acciones un tiempo antes. Hoy las dificultades son otras, pero es mucho mejor y más fluido el contacto.

Sabíamos debatir, discutir y conversar”

¿Acaso nosotros no estamos mucho más entrenados para el debate? Vivimos discutiendo por las redes sociales, opinando, leyendo, compartiendo pensamientos, información, ideas, supuestos, estados, de todo. Perdemos horas en intensos debates datados, con fuentes, con idas y vueltas.

En mi época teníamos amigos de carne y hueso”

Ahora seguimos teniendo los mismos amigos de carne y hueso, yo tengo el mismo grupo de amigos desde que tengo 12 años, con la diferencia que ahora no nos enteramos de los que le pasa a cada uno en la juntada semanal, sino que sabemos cómo está cada miembro al instante y además compartimos videos, fotos, música, información, etc. Estamos más conectados que nunca. Incluso con ese amigo que se te fue a vivir a otro país.

No solamente leíamos más, sino que eramos mucho más cultos y formados”

Otra mentira. Antes comprar CD’s era carísimo, adquirir libros difíciles era imposible, ir al cine era entretenimiento de lujo, a menos que viajaras no veías pinturas ni en pedo. Hoy escuchamos más música, vemos más películas, disfrutamos más de las fotografías, los cuadros, las imágenes, las postales. Podemos ahondar en cualquier arte sin necesidad de ser millonarios, todo a menos de un click de distancia.

La familia era mucho más unida”

Mentira… yo ahora me hablo por wasap con primos lejanos, con tíos que hace mil que no veo, armamos reuniones entre familiares y estamos en contacto mostrándonos sobrinos, mascotas y boludeces. Estamos mucho más unidos que antes.

Los viajes eran un disfrute familiar desde que salíamos de la casa”

Si… mi papá manejando callado, mi mamá durmiendo, mis hermanitos peleándose y yo escuchando música en otro planeta. ¡Por favor! Como si antes hubiésemos sido la familia Hingalls.

Creo que hay que dejar la hipocresía de lado y entender que los celulares son la evolución en la comunicación, que ahora, nos guste o no, las cosas son así y que las maneras de socializar y contactarse del pasado están intactas para el que las desee utilizar, con la diferencia de que ahora tenemos la opción de que se haga mucho más entretenido mediante la tecnología.

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