Con las nuevas modas llegan las nuevas tendencias. Tendencias que al principio nos parecen un espanto hasta que vemos a tal o cual persona haciéndola más fuerte y es ahí entonces en donde terminamos de definir que no solo es un espanto sino una pelotudez atómica. Claro, siempre y cuando tengamos ese ojo perspicaz y sepamos identificar esta nueva camada de trabajo por canje llamado INFLUENCERS.
¿Qué son estos especímenes? Bueno, ¿te acordás de chiquito cuando tu mamá te decía que no tenías que hacer lo que todos tus amigos hacen porque si ellos se tiran de un puente vas a ir vos y te vas a tirar? Los influencers hacen básicamente eso.Individuos de carne y hueso que tranzan con marcas copadas para mostrar que las usan o consumen en sus redes sociales y hacer publicidad para que otros individuos con menor personalidad y entereza mental hagan lo mismo.
En otros ámbitos socio – culturales podemos encontrar a famosos de la noche porteña usando UBER o a deportitas con cuerpos esbeltos tomando batidos nutricionales. Va, eso en lo que sería un lugar más o menos de categoría. Acá en Mendoza es diferente.
Influencers de comida
O también llamados «muertos de hambre». Ellos se encargan de subir platos, promos, bebidas, picadas, entradas y todo tipo de alimento que puedan lograr canjear por ese post. Ojo, SOLO EL DE ELLOS. El resto de los amigos deberán pagar como el ser supremo manda.
Influencers de moda
O también llamados «ropa prestada». Acá la desesperación llega cuando se aproxima el finde y no tienen un sorcho que ponerse, es entonces que empiezan a escribir a casas de ropa para que les tiren alguna remera made in La Salada y a cambio la suben a su historia de Instagram. Pero claro, un pantalón o una blusa es mucho más caro que un pancho, entonces pasado el evento en cuestión generalmente tiene que devolverlo.
Influencers de salidas
O también llamados «haceme pasar a mi y a 5 más». En estos casos son como una categoría más baja que los RRHH (si, existe un escalón menos) donde les organizan la movida y de acuerdo a cómo viene el boliche para el fin de semana son los canjes que pueden ofrecer. Por ej, empiezan el lunes prometiendo barra libre y precinto para la ultra – ultra -ultra -ultra -ultra -ultra -ultra -ultra -ultra -ultra -ultra -ultra -ultra -ultra -ultra -ultra -ultra -ultra -ultra – vip. Llegado el miercoles los precintos se cortan y de barra libre pasan a 2 botellas por grupo. Y es entonces cuando están llegando el viernes a la noche al boliche suplicando que los dejen entrar a ellos y a cinco más mientras levanta por lo alto su celular mostrando que compartió mansas historias de Facebook.
Influencers de influencers
O también llamados «comprate una vida gil». Son de los más extraños de todos porque en serio, es de no creer que existan, pero existen. Acá en Mendoza se encargan de ser influyentes para otros influenyentes. Comienzan alabando y compartiendo todo de alguien que se denomina (o auto – denomina) influenciador entonces de esa forma comienza ese trabajo de influenciar a través de un influyente que contrata por canje a un iniciador de la influencia para mostrar lo que hace otro influyente y así, de esta forma, el influyente inicial pueda a tomar una cerveza gratis a la Arístides.