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Los proteccionistas de animales y sus luchas

Hace un tiempo atrás, decidimos traer un cachorrito a casa. En ese momento se nos presentaron dos opciones: la primera era comprar un perrito de alguna conocida y simpática raza, mientras que la segunda era adoptar un cachorro de los que se ofrecen en mil grupos de adopción.

Como no me siento muy cómoda con la idea de comercializar con la vida, me incliné por la segunda opción y de inmediato me puse en contacto con grupos que difundían fotos y características de miles de animalitos que necesitaban una familia.

Al adentrarme un poco más en el tema, me di cuenta de que existen grandes batallas que deben pelear todos los días aquellos que están dedicados a cumplir con la gran tarea de proteger a los animales, pero lamentablemente algunos han llegado a ser tan intensos en su lucha que han transformado esta noble causa en un problema personal que los pone a la defensiva con el mundo (incluso a veces con aquellos que tienen intenciones de ayudar) y entonces las causas por las que verdaderamente se batalla a diario, quedan perdidas entre malas contestaciones, insultos y escarches.

Aún así sus motivos son tan inspiradores, que insistí en ponerme en contacto con alguien que estuviera dentro de esta lucha para así poder entenderla y comunicarla.

Al buscar a una persona que pudiera hablarme del tema, me encontré con la primera proteccionista que he encontrado que piensa exactamente como yo: que el maltrato y la violencia se detienen con amor y justicia.

La conversación que mantuve con ella me mostró el otro lado de los proteccionistas, uno que no conocía para nada.

– Para mí, el proteccionismo es el medio. El fin es cambiar la realidad de los animales.- dijo.

A continuación te dejo las cosas que tenés que saber sobre los proteccionistas y los animalitos.

Por qué algunos se vuelven intensos:

Aquellos que están dedicados a proteger a los animales, conviven a diario con maltrato, indiferencia, crueldad, impotencia, dolor, sufrimiento, entre otros. Y aunque no considero que eso sea una excusa para faltarle el respeto a nadie, si pienso que son situaciones de la vida que tienden a endurecernos un poco.

Los obstáculos con los que se encuentran:

A veces, aún teniendo toda la intención de ayudar a algún animal que se encuentre en problemas, no cuentan con los medios necesarios, como traslado hasta la veterinaria o lugares de adopción, puesto que no poseen movilidad, o dinero para los tratamientos que tienen que enfrentar, y al ser esta una causa de tan poco interés en el público en general, terminan ayudándose solo entre ellos mismos, por lo que la situación se torna sumamente difícil.

La causa que los mueve:

Luchan por los que consideran que son los más débiles e indefensos. Por aquellos que durante mucho tiempo han sido ignorados. Es una tarea dolorosa que jamás termina, ya que cuando rescatan a un animal lastimado sufren por él, lo acompañan en su tratamiento, una vez recuperado se dedican a buscar un hogar responsable para él y cuando lo consiguen, disfrutan sólo por un corto tiempo, pues siempre aparecerá otro animalito a quien se deba ayudar y entonces todo comienza nuevamente.

Por qué se hace tanto hincapié en la castración tanto de machos como de hembras:

Para informar sobre este punto, averigüe también con mi veterinaria de confianza, quien me explicó lo que detallaré a continuación.

Por obvios motivos castramos a las hembras… pero ¿por qué hacerlo también con los machos? Tiene una explicación muy sencilla. Ese bello perrito que tenemos en casa, sale a la calle a pasear y sirve a cuanta perra en celo aparece en su camino… ese bello perrito puede dejar preñadas a varias perras que están en situación de calle y eso contribuye a la sobre población de animalitos callejeros. Es una situación de conciencia social que hay que promover. Además, me explicó que el macho al ser castrado pierde la “territorialidad” o sea las ganas de pelear por territorio. Se vuelve sumiso, de manera que no se encarnizará en peleas de las que seguramente saldrá muy herido y si no recibe la atención adecuada, morirá en cuestión de días. No se debe caer en el error de “humanizar” al animal pensando cosas como “si a mi me lo hicieran, no me gustaría” los castramos porque los amamos, porque no nos gusta verlos sufrir, porque no nos gusta que se lastimen o se expongan a peligros, los castramos porque ellos no pueden decirnos que les molesta, que les duele, que están lastimados…los castramos porque nosotros somos los seres pensantes, conscientes, y está en nosotros ayudarlos.

¿Cómo podemos ayudar?

La causa que mueve a los proteccionistas no sólo es enormemente noble, sino que además es completamente voluntaria. Es una tarea eterna que incluye mil cosas por hacer… si en este momento algo se movió dentro tuyo y estás preguntándote de qué manera podés ayudar, acá te dejo algunas de las formas en que se puede dar una enorme mano a todos los que están dedicados a esta lucha:

Dar tránsito: Ofrecer tu casa para alojar a un animal hasta que se recupere o encuentre un adoptante)

  • Colaborar con las veterinarias: a diario, los protectores llevan a animalitos enfermos al veterinario y las cuentas se hacen enormes y muy difíciles de saldar. Podés acercarte a alguna de las veterinarias que nombran los protectores en los grupos y depositar algo de dinero (no hace falta que sea mucho, todo suma) en la cuenta de alguno.
  • Donar alimento.
  • Colaborar con una castración.
  • Ofrecer traslado: cuando haya que llevar a algún animalito a la veterinaria o a su nuevo hogar.
  • Dejar en la puerta de tu casa un tarrito con agua y, si podés, un puñadito de alimento: a vos te va a parecer poco, pero es mucho para un animal que lleva tal vez días sin comer.

Al finalizar mi conversación, Romina, la chica con la que hablé, me dijo:

– Gracias en nombre de los que no tienen voz.-

Y esa frase quedó grabada en mi mente.

Ahora ya estás tan interiorizado como yo en este tema.

Ahora esta causa está también en tus manos.

Gracias por leer, por interesarte… gracias en nombre de los que no tienen voz.

NDA: gracias a Romina Montuelle y a mi veterinaria, Laura, por la info brindada.

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