/Manual para ser el novio ideal – 2° Parte

Manual para ser el novio ideal – 2° Parte

Debe ser difícil ser hombre. En otras ocasiones pensaba en que me encantaría ser uno de ellos, para poder hacer pis en cualquier lado, tirarme pedos sin apretar desaforadamente los cachetes para que no suene fuerte, cortarme el pelo bien cortito para no tener que desenredármelo con 5 productos de belleza diferentes y para dejar que los pelos de mis piernas crezcan libremente sin tardar 10 minutos más por ducha para afeitármelos.

Después me puse a pensar que esas son pavadas de vaga, que ser hombre es más que todo eso que acabo de decir y que ustedes (los sujetos masculinos) de verdad tienen la vida complicada. Tienen que animarse a acercarse a una de nosotras pudiendo ser rechazados y aún así arriesgando todo; tienen que decir las palabras justas para que la chica no se enamore perdidamente antes de tiempo o se asuste y salga corriendo; tienen que soportar los cambios de humor durante nuestro síndrome de locura mensual, los cuales ni nosotras mismas entendemos; y así con todo.

Pero para nadie la cosa es fácil. A todos nos cuesta estar ahí, entre la pared del amor y la espada del compromiso, y yo, que soy un alma tan caritativa y que suele hablar y pensar tantas boludeces, voy a dedicarles aún más consejos sobre cómo lograr ser un novio no ideal, idealísimo o la más cercana aproximación al mismo.

Nunca olvides las fechas

Grabátelas en el celular, tatuátelas en la frente o ponete un imán en la heladera, no sé, pero algo tenés que hacer al respecto. Somos maníacas obsesivas con las fechas de cumpleaños, aniversarios, primer beso, etc. No sé si es que Eva tenía forma de calendario o qué, pero la cosa es que a la mujer le encanta que la saluden para una fecha en especial. Miento, no nos encanta que nos saluden, nos encanta solamente el hecho de que se acuerden de saludarnos; sí, así de complicadas somos. Supongo que la idea de saber que aunque sea la mínima parte de sus cerebros piensa en nosotras es visto como un regalo divino y más apreciado que 30 ramos de rosas y 50 cachorritos de labrador.

Ser autosustentable

Si, desafortunadamente pienso eso. Los hombres siguen liderando los hogares en lo monetario y me parece per-fec-to. Esto es diferente para cada mujer, obviamente, pero en realidad fueron los novios los que llevaron a las novias a pensar esto. Miles de millones de casos conozco en los que el hombre se siente castrado cuando la mujer gana más que él, como una especie de insulto al trabajo y profesión masculina. En mi caso prefiero que ustedes siempre ganen más, o que si de última yo gano más, nunca lo diría, para no herir esa tan querida masculinidad que los define. La mujer no tiene que tirarse a chanta y dedicarse solamente a gastar, pero está lindo eso de que ustedes nos inviten a cenar y no sea al revés. Ese tipo de roles machistas tiene que conservarse para el bien del equilibrio de la naturaleza y para preservar la continuidad de la cadena alimenticia.

Siempre decir cosas lindas

Probablemente nunca sean verdad, pero decilas igual. La comida esta riquísima mi amor, el vestido que te acabas de comprar te queda divino, me encanta que con esos tacos estés más alta que yo… Es un error gigante decir algunas de las cosas que realmente pensás, y si ella está en sus días… metete en un búnker y no salgas hasta que juntar valor. Por alguna razón las mujeres somos de tener siempre la autoestima 7 metros bajo tierra. La gorda está gorda, la flaca está muy flaca, la tetona muy tetona y así. Por lo tanto, siempre va a ser susceptible a comentarios y opiniones. Una chica siempre espera que el novio la adule, para eso lo contrató como novio, y si le decís alguna pequeñez que le haga pensar lo contrario ella puede llegar a suponer que no le gustás más, que estás con otra más linda o alguno de esos posibles etcéteras de los cuales no tenemos prueba alguna.

Tampoco tenés que mentir asquerosamente, solamente ser sutil y esperar el momento estratégico. Un ejemplo de la técnica a emplear es el siguiente: “¿Amor me ves con mucha panza?” A lo que él debería responder: “¡Noo amor siempre estás hermosa!”. El novio espera un día o más y le dice: “Amor me veo gordito, me parece que me pasé con el asado anoche con los pibes, ¿no me acompañarías a correr al parque? porque solo no iría ni en pedo, así de paso charlamos y se me pasa más rápido la vuelta.” Magia y dos pájaros de un tiro.

Su amiga ¿Qué amiga?

Su amiga no existe para vos, tiene bigotes, y sospechás que sea transexual. Fijate como te las arreglás, pero cuando veas a su amiga imagina que es tu hermana o tu mamá de joven como en la peli de volver al futuro. Evita todo contacto visual y si tu novia te pregunta si te cayó bien la amiga contestale lo siguiente: “No hablé mucho con ella pero lo poco que la escuché me cayó bien, estaría bueno que se la presentaramos al Pancho”. Y listo el pollo, te hacés el desinteresado, no mostrás señales de haberle prestado atención a la chica y delegás toda responsabilidad en Pancho, el cual quizás es el más gil de tus amigos pero sirve como transporte de problemas. Seguro que ella te dice algo como que el Pancho es un pirata y no se la merece, no sé, pero vos ya derivaste la responsabilidad.

Ser el SOS – taxi

No hay nada más tranquilizante para una mujer que tener un novio que está dispuesto a socorrerla cualquiera sea la ocasión. Que salga cada uno con sus amigos y él se ofrezca a pasarla a buscar a la salida; que la lleve a la peluquería y la pase a buscar con la excusa de verla un ratito en el camino de vuelta a casa…esas pequeñas cositas que costarán pocos litros de nafta y llenan un corazón por un día.

Que sepa escuchar

Y sí, si somos loros con tetas. No hacemos otra cosa que charlar, parlotear y comentar sobre cada cosa que vivimos. Es cierto eso de que cuando a una mujer le preguntan sobre su día siempre tiene más de 5000 palabras para describir cada cosa que le pasó. Entonces es lógico que un novio que no tenga ganas de escuchar todo lo que ella dice está más perdido que un pingüino en medio de un viento zonda o, como diría un amigo mío, que ginecólogo de Flor de la V.

Prácticamente esas cosas son las que todas buscamos en un guachi-novio. Yo en realidad siempre tuve y tengo la teoría de que no hay nada más práctico y fácil que ser novia de tu mejor amigo. Se conocen lo suficiente y se aceptan de esa manera, generalmente a tu amiga la sabés manejar en sus momentos difíciles y siempre has sabido acompañarla, y esas cosas se continúan durante un noviazgo.

Siempre he dicho que el noviazgo es el ensayo para lo que viene después, mientras mejor sale ese ensayo más probabilidades hay de que las cosas vayan bien después del anillo. Por eso la idea de la amistad no está tan mal. Tener de acompañante de vida a una persona con la que puedas hablar, con la que haya confianza para hablar de todo y que comparta tu sentido de humor es casi indispensable.

Todo lo demás se construye.

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El año pasado escribíamos:
Moneda de dos caras: Los falsos “amigos”

 

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