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Manual para ser el novio ideal

Les pedí a mis compañeros del Mendo que se animaran a hacer nota en conjunto, que me orientaran así como hice yo con mi “Manual de la novia ideal” sobre qué características debe tener un hombre para ser caaaasi perfecto o al menos ser un buen novio. Muchos brillaron por su ausencia, otros, como mi querido Fernet se animaron a dar claves que todo hombre sabe que debe cumplir frente a una mujer. Me tiró la posta y me dijo: “Lo mismo que para la novia es para el novio pué” y “La clave está en no mostrarte como alguien que no sos”. 

Ser el novio ideal no es fácil, sobretodo porque está esa idea de noviazgo por la que todos los machos entran en pánico y corren en círculos. Por lo tanto ya el hecho de ser novio a secas cuesta. Ahora, otro prejuicio que se tiene entre los hombres es que las mujeres somos muy demandantes en tiempo y demás cosas. La verdad será revelada en esta nota, y esa verdad es que no somos demandantes en tiempo, sí en detalles los cuales si son cumplidos…chau…al infinito y más allá.

Esto y demás cuestiones voy a intentar explicarlas abajo, eso sí, siempre tengan en cuenta que no todas somos iguales, no todas quieren lo mismo o al mismo y por ende lo que yo escriba no sólo va a ser extremadamente general sino que también va a tener un touch de aquellas cosas que YO creo que un novio debe tener. Empezamos con el manual…

No mostrarse como algo que no sos

¿Se acuerdan cuando en mi nota de la novia ideal yo dije algo parecido sobre la mujer? Bueno, mientras escribía esto caí en la cuenta en lo parecidos que son el hombre y la mujer cuando de empezar un noviazgo se trata. Todos fingimos, todos nos mostramos superhéroes. Por eso muchos dicen que las relaciones generalmente duran un mínimo de meses…si tarde o temprano a todos se nos cae la careta. No te digo de eructar después de cada sorbo de cerveza, tirarte pedos a lo tonto y loco o decir toda puteada que se te ocurra cuando te pongas de novio para ponerla a prueba, un hombre debe saber que todas esas cosas se las tiene que guardar para la juntada con los vagos, como una especie de catarsis. A lo que me refiero es no decir que nunca saliste a bailar, que nunca te comiste a una mina en un boliche, que no sabés que son los videojuegos o que sos súper deportista cuando no sos nada de eso. Ya lo sabemos, la mentira tiene patas cortas y en una relación más cortas aún.

No olvidar los detalles

Nosotras somos las locas de los detalles. No hay nada que nos enamore más y que mantenga mansita a una mujer, que un novio que nos recuerde que nos quiere con pequeñas cosas. Encima, para suerte de ustedes, somos de conformarnos con tan pero tan poco que tenernos contentas es más fácil que saltar en trampolín. ¿A que me refiero con detalles? Un mensaje de buenos días o de “estoy pensando en vos”; una pequeña llamada en medio del día y no solo antes de pasarla a buscar; una florcita que encontraste en el jardín de tu vieja; ese vino que le llevás al padre cuando vas a cenar a su casa; una canción que escuchaste y te hizo acordar a ella y le mandás un mensaje contándole eso, etc. Son cosas facilísimas de hacer y que nos dejan planchadas de amor. Pensar en la pareja no está mal, pensar en tu novia tampoco y hacérselo saber suma muchos, pero muchos puntos. Esto no te lleva mucho tiempo: un mensaje lo escribís en 1 minuto y cuenta; decirle que está linda cuando la ves toda arreglada para salir es facilísimo;pasar por la tienda a comprarle su chocolate preferido cuesta apenas un pelín más, etc. Sorprenderla está genial, pero sorprenderla de forma exagerada teniendo un detalle cada muerte de obispo es ser un dejado.

No debe ser absorbente ni posesivo. Menos aún violento.

Llamar a tu novia a las 3 de la mañana cuando sale con las amigas; amenazar de muerte a su compañero de la facultad y de estudios; entretenerla para que llegue tarde a la salida de chicas; hacerte el enfermo cada vez que va al gimnasio; besuquearla frente a cualquier persona de sexo masculino que desee ser amigo de ella o lo sea desde hace mucho tiempo; hacer escenitas de celos y culparla por ello…A todo eso le digo NO. El hombre se vive quejando de que la mujer es celosa, de los histeriqueos y escenas, poniéndonos a nosotras como las número 1 en el ranking de los celosos; eso sin darse cuenta de que muchas veces son peores los novios que las novias cuando de celar se trate. Está bien que la novia ideal no debe ser celosa, pero hay que ser un pelín más justo.

Si querés una Robotina, compráte una.

Así como ustedes no son nuestros novios para tenerlos de guardaespaldas, nosotras tampoco fuimos criadas para hacerles de comer, limpiarles la baba y encerarles el auto. Para eso está Betty de Graduados o una Robotina traída del año 2040. He escuchado hombres que cargan a las mujeres por cocinar mal, por no saber planchar o porque no les gusta lavar los platos. Después las mujeres no les hablan y ustedes “¡no tienen idea de por qué te enojaste ahora!” Estamos en el siglo XXI, si les gusta que podamos comprarnos nuestra ropa con nuestro sueldo, y que aportemos a la casa, supongo que no van a tener problemas en entender que la mujer de hoy en día no es la Susanita de los 50 que se largaba a llorar por el lanzamiento de un nuevo lavarropas. Las cosas cambiaron, si no te gusta cómo hace de comer  le pagás un curso de cocina, te pagás un curso vos o te hacés una escapadita a la rotisería de la vuelta. Nada de cargadas pesadas que hieran sentimientos.

Y cortamos acá, con muchísimas cositas más para completar este manual que ya saldrán para una futura parte 2. Pórtense bien y si por esas casualidades tienen ganas de seguir mis consejos, aprovechen este finde para ponerlos en práctica.

Fuente de las imágenes:
psicologosperu.blogspot.com.ar 

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