/Si naciste en los 80 no te podes perder este video

Si naciste en los 80 no te podes perder este video

¿Te acordas cuando eras pibe? ¿dónde ibas a bailar, que hacías, que te encantaba? ¿Te acordás dónde te rateabas, que comías, que tomabas? Esta nota te va a traer a la memoria todas aquellas pequeñas cosas… relatadas por la voz de una leyenda… el “Palo” Villatoro.

Agradecimientos especiales:

  • A todo nuestro público que armó la nota en conjunto vía redes sociales, sin ustedes no somos nada.
  • Al maestro Darío «Palo» Villatoro por llevarnos el apunte, darle voz y tanta belleza al texto.
  • Al amigo Pablo «Patán» Fuentes por editar el audio, musicalizarlo y dejarlo armónico.
  • Al capo de Adrián «Toto» Monetti por editar el audio y hacerlo video.

He aquí esta delicia en youtube:

Y acá para escuchar (y descargar) en SoundCloud:

Y para los que les gusta leer… acá el texto:

Si… naciste en los 80, un poco antes, un poco después, da casi lo mismo. O no. Si hoy tenes entre 25 y 40 años es imposible que no recuerdes algunas de estas cosas… como Omero los viernes, donde te tomabas un fernet a 5 pesos, Nonquén los sábados, con ese boucher por entrada que te permitía hasta desayunar en el boliche, La Chimere, sus patios y tomar llamarada, séptimo regimiento y GVG, las chicas pedían Pronto. JAF era a Olimpo lo que Los Rancheros a La Guanaca… casi habitués. ¿Cuantas veces bailaste “la isla del sol”, “la ventanita” o “mayonesa”? ¡Si habrás caminado desde Target hasta C-mento! Pasando por Sketck, Alquimia, Aloha, Let’s Go, Pacalolo, Runner y Al Diablo. ¡Lo que bailaste Vilma Palma! ¿Cuántas trafic te tomaste en esa época? ¿Te acordas que por un peso llevaban a 50 monos arriba? Para los citadinos estaba Apeteco y Factory, además Die 4 You y La Gitana en la Arístides, también Skanner, Bananarana, Arpiem, Shy Ryu y la entrada con mil tragos, las piñaderas en Pacalolo, el colosal y electrónico Fórum ¡Si abras esperado a las chicas para poder entrar gratis en pareja! ¿Te acordas de Forrest en Maipu cuando tarimeabas con DJ Bobo, Scatman y Labouche? El Cacano en Chacras, lleno de chetos con onda, Cinerama en San Martín, ¿y para la gente del Valle de Uco? El Viejo Chalet y Malake… los de la ciudad tenían miedo de ir porque los campesinos los cagaban a piñas por levantarle a las minas, ¿mito o realidad? Para los pendex estaba La luz y después La Morena. La tarde noche del viernes explotaba la peatonal de gente buscando “free”. Y si no te dejaban ir a bailar a boliches… a colarse en los 15 en la Bodega del 900, Isla Verde, el Casco, Noche de sueño, La casa del Fundador o Portobelo. ¿Cuántas veces pediste en la barra una lapicera para anotar el “fijo” de la piba? ¿Te acordás que te atendía siempre el padre? ¿Cuántas carpetas forraste con las tarjetas de los boliches? ¡Que diseños señores, que diseños! Fin de año… la Martina si o si. ¿Cuántas pulseritas bolicheras te colgabas en las muñecas? Los novios iban a Trans Key y a Terrano a tomar algo más tranqui.

Andar a GNC era prácticamente gratis, los puchos a dos mangos, la cerveza de litro a un peso, la damajuana $2,50 ¡con cien mangos eras Gardel! Menem y Ritmo de la Noche… pizza y champagne. No sabíamos nada de política. Los ricos a Camboriú, los pobres al Sacoa de Mardel.

Los que tenían guita se iban de viaje de egresados con Río Estudiantil, los demás con TAC… era toda una aventura llegar a Bariló.

¿A cuántos recitales en el Pacífico fuiste? ¿Cuántos inviernos te cagaste de frío en esa heladera y cuántos veranos saliste hecho sopa? Las Pelotas, Los Piojos, Manu Chao, Divididos, Los Ratones, La Bersuit… ¡Andes Talleres y La Renga un solo corazón! Ahí estabas con tus Reef con punteras, tus Jhoon Foos o Topper de lona, tu cubata al viento y una rasta.

La primer radio que sintonizaste en tu vida fue la 100.9, sino la Coope. ¿Te acordás de Diego Villafañe, de Nilson Kennedy, de Rosalía, del Palo, del Chicho Serna? ¿De esperar poder grabar aquel tema en un casette sin que el locutor hablase? ¡Si habrás pasado nervios! La FM Olivos, la Brava, la Red 101. Si tenías plata comprabas discos en Musimundo o en Scala, sino tenías estaba “Ludmila”, la disquería del persa. O podías ir a “Apocalipsis” en la galería Caracol y alquilar el CD para grabarlo en un TDK. Y para los viejos metaleros estaba el sótano de la disquería de la galería independencia, ¡todo heavy!

Te acordas tus primeros pasos en internet… usuario Keko, contraseña Keko, el CD de AOL, Tutopía… ese ruido espantoso cuando arrancaba la conexión… y siglos esperando para poder revisar tus 2 megas de capacidad en el Hotmail. ¿Charlaste por ICQ con alguien? Te apuesto lo que quieras que por Messenger si… mandando zumbidos, fotos y poniendo fuertes los parlantes para escuchar si alguien aparecía con ese sonidito característico de un nuevo mensaje. ¿Y cuándo explotó el puterío de mipoio.com? ¿escrachaste a alguien, te escracharon? Y el precursor de Facebook… ¡fotolog! Donde todos fuimos floggers, chetos o rochos. Cuando llegaron los primeros celulares nos volvimos locos. El Startac era una maravilla… pero cuando aparecieron el Motorola C200 o el Nokia 1100 se generó la verdadera revolución. ¿Hace cuantos años que no mandas un mensaje de texto? ¿Te acordas el boom de las mascotas virtuales? ¡Cuantos tamagochi se te murieron de hambre!

Hasta que llegó la tele por cable, Aconcagua Televisíon o Suepercanal… ¿Cuánto tiempo le dedicaste al Isat, a las pelis de Emannuelle por Film Zone y al Unovisión? ¿Cuántas horas bailaste y te fanatizaste con MTV, con el Canal de la Música o con The box (televisión musical que tu controlas)? Te pasaste la infancia mirando el Cablin, el Locomotion, el Magic Kids, el Nickelodeon, The Big Channel, fantaseando con Evangelion, con los Caballeros del Zodíaco, las Tortugas Ninja, Los Thondercats, los Halcones Galácticos, Salilor Moon, Jem y Dragon Ball. Si tus viejos no te veían mirabas Beavis and Butthead. Existieron películas inolvidables que te marcaron la infancia, como La Historia sin Fin, Laberinto, Terminator 2, Freddy, Alien y Chatrán. También series como Sabrina, la bruja adolescente, la Niñera, Amigovios, Montaña Rusa, Verano del 98 y… ¡Son Amores! Con “el Rey Sol” Marquesi llenándonos de cumbia.

Las escondidas, la mancha, el ring raje, el juego de la botella, los primeros “trances”. Si te aburrías ya existía un zarpado Family Game con cartuchos para jugar al Mario, si tenías guita te comprabas en Nintendo y alquilabas los juegos en los videoclub. Si eras chico seguro usabas zapatos Kicker’s, que eran un peligro cuando llovía, relojes de Transformers y jugabas con los Playmóbil, las muñecas de las películas de Disney o los Rambo y tenías el Loco Lope con una champa en la cabeza.

Ni hablar de cuándo te rateabas… los video juegos Anubis de la calle Lavalle, la galería Caracol y su rocola o El Rancho eran paradas fijas. Fumarte un pucho y jugar al pool toda la mañana. Si eras más natural podías irte al parque, a la plaza Independencia a tomar vino con los punk’s o a la plaza del Unimev, donde había rocanrol. Los onanistas frecuentaban las cabinas de la Tonsa y el Porki’s en la Lavalle. Al Cine Teatro Mendoza ibas a ver tres películas “bien” por el precio de una.

La moda era una combinación de marcas con cosas de fabricación casera, como los jeanes de Cloter o Charro, las pulseritas de cables de teléfono, mallas largas a cuadros, collares de chapas de latas, pantalones localizados, chupetes en el cuello, camperas This Week, faldas en pico, torzaditas en el pelo, camisas hawaianas, los jumper, remeras con un sólo hombro para salir a bailar, las soleras, anillos de coco hechos por los jipis de la independencia, las polainas, los pantalones elastizados acampanados azules, como una pseudo tela de jean y mochilas de El Otro Yo con muchas tachas y cadenas… o morrales norteños. ¡Si te abras teñido el pelo con papel crepe o planchado el pelo con la plancha de la ropa mamucha!

Para la semana del estudiante (porque no celebrábamos un día, sino siete), los centros de estudiantes ardían. Los recitales en el Luz y Fuerza eran una bomba, jornadas maratónicas en El Olmo y en el Carrizal, era el único día que te ponías el despertador para tomar vino desde temprano. Los campamentos en El Manzano eran un descontrol monumental.

¡Los veranos en el Aquapark! Con esos toboganes mundiales. Las bombitas “manzanita”, las guerras entre hombres y mujeres, la challa, el carnaval, los pomos, los clubes.

Se puso de moda el “tunning” y todos íbamos al parque a mostrar nuestros autos fantasmagóricos, con alerones, polarizados, escapes, con llantas brillantes, calcomanías hasta en el motor y música al palo. También picábamos en el rosedal y mojábamos el asfalto para tirar trompos en las rotondas.

Si te daba hambre te podías comer un pancho y una coca en Mr. Dog por $1,50, tomarte un juguito de esos que venían en una pelota, comerte un churro en el Churrico de la calle Lavalle o comprar en el kiosco unas frenchitas, unos Alien (para coleccionar los “tazos” solamente), unos puaj, un dinovo, los cowboy, los fizz, un bubbaloo, un bazooka (y coleccionabas los chistes obvio).

En fin… no todo tiempo pasado fue mejor, no sirve vivir de los recuerdos ¡pero que bien nos hace acordarnos de aquellas épocas de felicidad!

ETIQUETAS: