La semana pasada en horas de la tarde participé de la campaña política. Entonces me pregunte: ¿qué es la política? La política tiene su origen en el hombre y en la socialización. El hombre es un ser social; por sus características y necesidades, le es indispensable vivir con otras personas. Desde hace miles de años, cuando las cavernas eran el refugio de los seres humanos, éstos vivían en compañía de otros. La primera sociedad que existió fue la familia, que no necesariamente tenía una conformación típica de un padre, una madre y unos hijos; sin embargo, en ese momento se convirtió en el núcleo de la sociedad.
Con el paso del tiempo, las familias se agruparon para ayudarse mutuamente. A esto se le llamó tribu, en la que era necesario escoger a alguien que se hiciese cargo del gobierno (esta persona habitualmente era escogida entre los más sabios, los más viejos o los más fuertes). Estas tribus, con el paso del tiempo, fueron creciendo en población, de modo que algunas se unieron con otras para gobernar tribus más pequeñas y débiles; de este modo, el gobernar a toda la sociedad se hizo cada vez más difícil, cuando moría el gobernante, se desencadenaban guerras para definir al sucesor. Debido a lo anterior es que comienzan a aparecer las dinastías y los linajes.
Hace unos 9.000 años se crearon las primeras ciudades, por ello las dinastías se convirtieron en monarquías en las que el poder lo ejercía un rey o monarca y el pueblo era considerado súbdito.
En Grecia, la política tuvo una gran transformación, porque fue ahí donde nació la democracia, lo que implicaba que el gobierno no era ejercido por un rey o jefe sino por un consejo que era elegido entre los ciudadanos. Siglos después, los romanos invadieron Grecia, y a pesar de que trataron de establecer la democracia como forma de gobierno, ésta terminó degenerando en dictaduras.
Después de la caída de los imperios romano y griego, la democracia fue olvidada, y las personas con poder político y militar conformaron una nueva clase: la nobleza. Estas personas eran dueñas de grandes territorios en los cuales el resto de la población era sierva y se encargaba exclusivamente de trabajar la tierra. Pero la semilla de estaba sembrada…
Aclarado el tema política, les decía que participé de la campaña política… No de la mejor manera.
Encima me piden que lo comparta…
Me produce repulsión la división, la grieta en la que estamos inmersos. Pero si miramos para atrás, la sociedad argentina siempre estuvo dividida: Ford y Chevrolet, River y Boca, Peronistas y Radicales, la izquierda (estos últimos en contra de todos)… eso será tema de otro escrito, pero mejor les sigo contando:
Digo que es una grieta, una división, porque te miran mal si indicas que sos de la oposición. Te ven mal si decís que sos oficialista… Te miran mal si decís que estas en contra del “Fútbol para todos”, del “Automovilismo para todos”, de la corrupción extrema que hay en los niveles más elevados de la dirigencia. Y ayer observe que ese nivel de violencia ha llegado en general a todas las personas.
Ayer sentí en carne propia la vergüenza de una campaña política. Me pone triste leer un papel en el que me dicen cómo votar. Y si voto a uno vamos a tener consecuencias nefastas.
¿Eso no es generar división y una grieta en la sociedad? Yo ya tengo una opinión política y social formada, pero las personas que aun no definen su voto, se sienten coaccionadas por esta clase de amenazas. Hacer política es generar ideas, proyectos, “idealizar, querer, proponer y buscar lo mejor para el pueblo”
Yo les pido que pensemos un poco en el pasado reciente, les pido que cuando estemos en el cuarto oscuro pensemos en un proyecto político, en el pasado, en lo acaecido en la ciudad y en provincia, en la continuidad de un proyecto o en el cambio. En nosotros esta la llave para arreglar y cambiar el triste dicho popular: “el problema de argentina son los argentinos”
Compartan ustedes mi nota.
Escrito por Bernardo Campagna para la sección:
Es muy sano pensar que hay que votar en función del modelo de país que cada candidato propone, más allá de candidato, que no deja de ser un hombre común y corriente.
Alguna vez escuché «si votar realmente sirviera para cambiar algo, ya estaría prohibido» y mastiqué tanto esa frase que al dia de hoy puedo asegurar q es completamente cierto.
No sirve de nada un instante de democracia UN domingo cada 4años, si el resto de esos cuatro años vamos a vivir sometidos al q nos OBLIGARON a elegir (no olvidemos q por algo el voto es obligatorio)
El sistema es mas siniestro de lo que nos imaginamos, se ha instaurado la Ley tácita de «la mayoria lo votó, ahora te la tenés q bancar calladito» porque si manifestás publicamente tu descontento vas en cana.
Yo no estuve de acuerdo con que Paco Perez haya autorizado tantos proyectos megamineros sin avisarle a nadie ¿porque no puedo cagarlo a trompadas?
Tampoco estuve de acuerdo con que Lobos haya saqueado la Muni de Guaymallen para hacerse una casa de 5 palos ¿porque no lo puedo colgar como a un perro rabioso?
Y menos q menos estuve de acuerdo con que Cristina haya endeudado el pais por los proximos 50años con entes internacionales asegurando la pobreza del pais y haya cedido proyectos nucleares a favor de China en nuestro suelo mientras ella le transfiere millones a su hijo q jamás trabajó. ¿porque no puedo cortarle el cuello en una plaza publica?
Nos han domado, nos han amaestrado y estamos siendo una simple manada de 40millones de ovejas que solo se limita a elegir quien nos va a trasquilar. Sin opinar, sin oponernos, sin nada de nada.
Por eso, DA IGUAL Scioli o Macri, nada va a cambiar para mejor si seguimos todos quietos, simplemente porque ellos NO van a decidir nada que mejore la vida de las ovejas mientras ellos sigan estables en sus status quo. El dia q aprendamos a CASTIGAR a quienes gobiernan cuando se mandan cagadas, ese dia recien vamos a empezar a vivir en democracia. Hoy es cualquier cosa, es un simple «salvese quien pueda cagando a los demás» asique me da igual si militás para uno u otro
La voz del pueblo se hizo escuchar el 22 de Noviembre y dijo ¡BASTA!
Basta al terrorismo impulsado por estos grupos de fanáticos, enfermos de poder que se autoproclaman como defensores de los derechos del pueblo.
Durante la década del setenta, los mismos nefastos personajes que hoy forman parte del kirchnerismo no dudaron en sembrar el terror y la violencia para alcanzar sus propios objetivos. Léase: hacerse con el poder, enarbolando la bandera de los derechos del pueblo, para llenar sus propios bolsillos. Tuvieron que esperar, pero lo consiguieron.
Y ojo! Basta de distorsionar la historia y acomodarla a sus propios intereses. No eran un grupo de jóvenes idealistas que luchaban contra un gobierno de facto. Cometieron asesinatos y torturas crueles contra civiles, durante gobiernos democráticos. Secuestraron, torturaron y mataron para financiar sus organizaciones. Ésa es la clase de gente que hoy nos advierte sobre las terribles consecuencias de no haber vuelto a elegirlos. (Y lamentablemente escucho en sus voces ecos de Maduro desde Venezuela).
Usan la violencia no sólo en el discurso sino en las medidas que adoptan. Están abusando desesperadamente del poder que les queda hasta el 10 de diciembre, para entorpecer y dificultar la próxima gestión por todos los medios. Así pretenden llenarse la boca y decir “nosotros lo advertimos”. Basta. No somos idiotas. Ustedes lo provocaron. ¿Robaron a las provincias durante doce años y ahora les nace el federalismo?… designaron cientos de funcionarios y modificaron presupuestos a último momento para cargarle el muerto a la próxima gestión.
Llaman a resistir al nuevo gobierno. Señores. Lo eligió el pueblo. Un pueblo que quiere integración social con dignidad y no con dádivas esclavizantes. Un pueblo que quiere políticas sociales serias que ayuden a combatir la inseguridad. ¿Cuántas madres han perdido a sus hijos en hechos delictivos en los últimos 12 años?
Este discurso perimido de derechas e izquierdas sólo sirve para fomentar el odio. Discurso que legitima que quienes se sienten poseedores de la verdad indiscutible arrebaten bienes y vidas. Han cambiado los métodos. Antes arrebataban vidas literalmente, en nombre del pueblo y la revolución. Desde el poder, arrebatan dignidad y justicia. Antes usaban balas y bombas y se financiaban con secuestros. Desde el poder usan decretos de necesidad y urgencia y se financian con retenciones, robando parte de la coparticipación y usando a la AFIP cual corsarios del rey.
Basta. El pueblo abrió los ojos. Si señores. La voz del pueblo. Mi voz. Tu voz. La que no les autorizamos a usar en nuestro nombre.
Basta de violencia. Ellos advierten de la devaluación y el ajuste. No son Nostradamus. Conocen la realidad del déficit que dejan ( y se están esforzando por agravar).
El odio y el miedo han sido desde siempre su estrategia para consolidarse en el poder. Señores. Basta. Por favor, no les permitamos seguir destruyendo nuestra sociedad. El pueblo dijo basta. La voz del pueblo que ellos se apropian. Nosotros somos el pueblo. El que votó el 22 de Noviembre. La Cámpora, Tupac Amaru (Milagro Sala) y otras organizaciones por el estilo NO SON EL PUEBLO. Cuando ellos salen a la calle, a ejercer violencia, lo hacen en defensa de sus intereses personales.
No dejemos nuestro compromiso político en las urnas. Sigamos comprometidos con el cambio. Vienen épocas duras. Tenemos extirpar el cáncer que implantaron en Argentina. Cáncer que ha destruido nuestra economía y nuestra sociedad. No va a ser fácil. Análogamente a un enfermo de cáncer, vamos a tener que pasar por un largo proceso de quimio y cirugías. Sólo con fortaleza de espíritu y reforzando día a día nuestro compromiso de cambiar podremos salir adelante.
Lecturas recomendadas: “Aquí están, estos son: pasado y presente de los funcionarios K”, publicado en http://www.periodicotribuna.com.ar:, por Pablo Docimo (Tribuna de Periodistas); «Born», de María O’Donnell (Editorial Sudamericana); “Los otros muertos”, de Carlos Manfroni y Victoria Villarruel (Editorial Cúspide), “Los llaman… jóvenes idealistas” de Victoria Villarruel (Editorial CELTYV)