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Son ocho los monos

Hoy cumplimos formalmente ocho años… ¿sobre qué escribir que ya no hayamos dicho antes? Ocho años haciendo esto que nos encanta y que tantas satisfacciones nos ha traído.

Irrumpimos en la escena mendocina y le dimos un vuelco a la manera de comunicar las cosas en la provincia, dijimos lo que nadie se animaba a decir y representamos la voz de la gente, con todos los defectos y virtudes que caracterizan al pueblo mendocino, nos guste… o no. Hemos generado más literatura que ningún otro medio y nuestro nombre es conocido y reconocido por la mayoría de los menducos.

Nos hemos hecho de muchos amigos y de varios enemigos, no es posible quedar bien con todos, somos políticamente incorrectos y cargamos con una alta cuota de irresponsabilidad social, moral, ética y comunicacional, pero nunca fue nuestra meta ser buenos o correctos, para eso está el Diario Los Andes o La Biblia.

Han pasado más de 100 personas por nuestro staff, hemos escrito más de siete mil notas inéditas, hemos hecho encuentros, fiestas, juntadas, los hemos hecho reír, llorar, enojar, pelear, discutir, bloquear, dejar de seguir, megustear, likear, twittear, responder, pensar, calentar, aterrar y sobre todo entretener. Pero lo que más los hemos hecho hacer, es lo que a muchos nos apasiona: los hemos hecho leer y escribir.

No somos periodistas, no somos comunicadores, no somos licenciados en letras, no somos escritores, somos simplemente un grupo de gente que encuentra en las letras la forma de comunicar y expresar lo que siente.

Hemos creado algo desde las entrañas de Mendoza que aún creo que sigue siendo inédito; un grupo de personas que aporta contenido a diario, que crea un personaje, que arma una comunidad en torno a sus escritos y estilo e interactúa con sus seguidores, creando una plataforma virtual de redes y web como base de todo.

Fuimos los primeros en reírnos (en internet) de nuestros defectos, de satirizar a los bizarros especímenes de la farándula mendocina y de la escena en general, hacer memes de Mendoza y transmitir con humor escrito y visual situaciones cotidianas. Los primeros en animarnos a contar las cosas desde la óptica del vecino, desde las entrañas de la situación, replicando siempre las dos campanas, sin línea editorial, ni política, ni empresarial, ni ética, sin bajada de línea ni censura. Cometiendo muchas veces exabruptos, pero siendo siempre fieles a nuestro estilo: que todo nos chupe un huevo.

El Mendo no tiene fecha de vencimiento, porque por más que no nos lea nadie, amamos hacer esto, es parte de nosotros, es lo que nos hace divertir, lo que nos saca de la rutina espantosa de vivir, lo que hace que nuestra vida tenga algo de pimienta, algo de intensidad, lo que hace que nuestra jornada sea distinta. Esto es personal, es terapéutico, es una cuestión de vida, por eso no lo vamos a dejar de hacer jamás y siempre, pero siempre, vamos a tener algo que contarles.

Gracias a todos por estos ocho años de diversión, hoy no es simplemente el cumple del mendo, sino el cumple de todos los que hacemos el mendo, los que escribimos y los que leemos, porque el mendo ya no es una web, una red social, un personaje o un pasquín literario, el mendo es una comunidad, es un conjunto de cosas, es parte de nuestros días. Hoy todos somos mendo.

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