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¿Te acordas de los primeros celulares en Mendoza?

Acabo de guardar el celular en mi bolsillo, y me dio como nostalgia, ¿de qué? Dirán ustedes con cara de foca alunada… en fin, de “mi primer celular”. No vamos a explayarnos a hablar de los primeros celulares ni nada de eso, sino cuando los mismos hicieron un boom en Mendoza.

Recuerdo comenzar la secundaria y ver a los primeros niños burgueses portar un Nokia 1100, que era como un wooow,

– ¿Y tiene el juego de la viborita?

Eran como dioses, mi viejo no tenía como comprarme uno y si lo hubiera tenido no me lo compraría. Luego de que todos tuvieran celular (menos yo), empezaron a aparecer los otros modelos… el Motorola c115 que solo guardaba 20 msj, luego de eso tenías que ir borrando, ideal para los piratas, el Alcatel con pantalla a color, todos tenían su celular de distinto tipo y diseño, vuelvo a repetir… menos yo. Pasaron unos meses y fue otro BOOM aún más grande cuando cayó el caretin del curso con ese flamante Nokia que tenía dos luces en cada costado, y aparte de eso contaba con infrarrojo, memoria de 16 MB, y “CAMARA”, ¿Entedes lo que significaba eso en la secundaria? Tenías el poder en tus manos. Ponía el celular en la mesa y decía mira como baila, ¡y el hijo de puta bailaba al ritmo de la musiquita!, obviamente no se lo prestaba a nadie y cuando conseguías que te lo prestaran era para ver el menú o jugar al jueguito de la pelota.

Pasaron unos dos años, luego de que todos tuvieran celular de todo tipo y tras rogarle a mis viejos que me compraran uno, papa decidió hacerlo, uno para mí y otro para mi hermano, mi primer celular fue un PANTECH, era ultra fino, con cámara de 2 píxeles, creo…, y tenía 2,5 MB de memoria, recuerdo quedarme al lado del grabador grabando mis temas preferidos para luego escucharlos como msj de voz en el bondi. Fue el auge de las imágenes portátiles o el de Jaimito quejándose de papa Noel, infinidades de sonidos que nos hacían reír, también recuerdo que estaba la sensación del INFRAROJO,

– Wooow, ¿así que te podes pasar temas sin necesidad de un cable?

Pasabas horas pasándote temas en las horas de clase y no faltaba que viniera el pesado a moverte el celular para saltar.

– ¡Pelotudooooo me está pasando un tema!

A todo esto yo seguía con mi Pantech guardando 40 fotos con la memoria completamente llena.

Paralelo a esto estaba el crédito.

– Llamame vos porque no tengo credito,

Contando los msn (mensajes), viendo el pack de msj que traía CTI, consiguiendo el número de Susanita para mandarle ese mensaje de “hola Susanita” y comenzar con el chamuyo por celular, para los pubertos, antes chamuyar por teléfono costaba plata, tenías que pensar bien los mensajes porque tenían que ser los justos y no ponerle ningún acento porque te lo contaba como dos mensajes, los años donde en todos lados vendían tarjetas de teléfono, la tan preciada tarjeta de CTI de 10 pesos, mi viejo me daba 10 pesos en la semana, con eso tenía que sobrevivir para todos los gastos, el cual me compraba la tarjeta y al otro día yo no tenía ni crédito ni plata, sino estaba el padre que te cargaba 20 pesos al teléfono y siempre pasaba que no podías llamarlo cuando necesitabas porque te la hiciste mierda mandándole mnsajes al Robertito de 3 años ¡tonta!

Ibas al híper y te traías la revista de CTI o Unifon para ver todos los modelos de teléfono que habían, ¡habían como 50!, y por lo menos yo pasaba horas mirando su forma y característica, pensando ¿y si me comprara este? ¿Y si le digo a la abuela que me regale este para mi cumple? Época de soñadores…

Tuve que esperar hasta mis 17 años donde pude trabajar en lugares haciéndome pasar por mayor para poderme comprar mi Sony Ericsson, ni idea cual era el modelo pero se deslizaba la tapita hacia arriba y tenías música, memoria de 512 MB, ¡lo tenías todo! Iba con mis auriculares para todos lados, creo que quede medio sordo de un oído, para los que tenían Sony Ericsson ¿se acuerdan que siempre se rompía una patita de los auriculares?

Y bueno lo que a todos nos pasó es que cuando se te moría ese súper celular que lograbas comprar con el alma tenías que ir y desempolvar ese Nokia 1100 que tenías guardado… porque ya era un vicio y no podías estar un segundo sin mandarte mensajes con tus amigos.

– Extraño los mesnajes de Marcos, diciéndome que le había cortado a la novia y que iba a ir a jugar a la pelota cuando saliéramos de la escuela.

Extraño los mensajes de mi viejo: OK

Extraño los mensajes de mis admiradoras: … (¿Qué pensaban? ¿Qué tenía admiradoras en la secundaria? El ciber era mi novia en esos tiempos. Solía engañarla con la mano)

Extraño los mesnajes de Nadia diciéndome que “gustaba del Maxi y que no sabía qué hacer”

NO extraño las cadenas que mandaban, nunca tenían crédito pero siempre te caía una cadena.

Para finalizar con esta pequeña nota quiero preguntarles… ¿cuál fue su primer celular? Se deben acordar hasta de las cosas que traía en la cajita…

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