/Celso Jaker por Celso Jaker

Celso Jaker por Celso Jaker

Celso Foto

La periodista temerosa luego de aparecer en el punto acordado con la organización Jaker Enterprises, era trasladada en el helicóptero con los ojos vendados y escuchando Bitter Sweet Simphony para despistarla. Una vez arribados a destino se erguía un misterioso castillo que no pudo reconocer a simple vista y menos siendo las 3 de la mañana.

Allí la aguardaba el mismísimo Celso Jaker fumando un Cohiba Lanceros (si, los mismos que fumaba Fidel) que prolijamente humedecía en un cognac Hennessy con más años que la temblorosa periodista.

De fondo y con una luz tenue, lo esperaban impacientes al anfitrión mientras jugaban unas manos de póker, lo que la paparazzi pudo suponer -por el tamaño de los jugadores- era el resto del grupo de los Old Skull Bravos Six.

Luego de una cálida presentación la sensación de extraña familiaridad había invadido a la jornalera, quien era ya una fanática declarada del mentado escritor. Ya más relajados y con unas copas en su haber comenzó la rápida entrevista:

1 – ¿Cómo conoció el Mendo?

Primero y principal tuteame, no estoy tan viejo (risas de ambos). El Mendo fue algo muy loco para mí, yo empecé a seguirlos desde que hacían portadas de periódicos locales en joda desde Facebook y con la primera convocatoria del Mendoza Escribe logré entrar con una nota que tuvo un gran número de lectores. Yo sostengo siempre que no creo en el destino, pero aparentemente el destino si cree en mí. A los pocos días de haber sido publicada mi nota conocí personalmente en otro ámbito que nada tenía que ver con el Mendo a uno de sus creadores, con el que pegamos onda instantánea.

2 – ¿Por qué entraste al Mendo?

Creo que es una pregunta que habría que hacerle a los creadores de la página, pero en esencia entiendo que mucha gente encontró una manera de ser escuchada a través de las notas de Celso, sobre todo en la saga de los “Lotudos”, que lograron ser una descarga de parte de los lectores sobre una sociedad que los oprime, los presiona al tiempo que los excluye. Cada nota era una forma de vendetta o de revancha para mucha gente. Gracias a las regalías de esa saga pude adquirir este castillo.

3 – ¿Porqué elegiste ese seudónimo?

Claramente es una burlesca referencia a uno de los peores gobernantes que tuvo nuestra Provincia, mezclado con un tinte de hacker anonymous. Igualmente empecé escribiendo como Celso Cobos, para intentar representar la dualidad del personaje, pero terminó venciendo la identidad del vengador anónimo.

4 – Contá sobre tu personaje

La idea del personaje se mantiene hasta hoy y es muy concisa. Intento realizar una crítica paqueta a una sociedad pacata. Trato de desenmascarar a un círculo social muy cerrado y acercarlo al público para que pueda conocerlo y pueda reírse de él, tanto como esa gente se burla de ellos.

5 – ¿En qué te inspiras para escribir?

En mí mismo.

6 – ¿Qué buscas con tu personaje?

Justicia distributiva, diversión entre líneas y viceversa.

7 – ¿Cual es es tu mejor nota?

Siempre creí que mis notas viejas eran mejores que las nuevas, incluso hay una nota que responde esa misma pregunta:

8 – ¿La nota de otro miembro que más te gustó?

Sería injusto seleccionar a unos sobre otros. Leo mucho a mis amigos Old Skull, la saga Fue Foul de Marcos Valencia y últimamente me divierten bastante las notas de mi sucesora Black Mamba. Pero en líneas generales el Mendo tiene grandes escritores.

9 – ¿Es cierto que reencarnaste en Bairoletto, cuando tu personaje se suicidó?

Es cierto, esto no se lo había contado a nadie antes, pero sí, soy Bairoletto también. Mi suicidio literario fue querer darle un fin digno a un personaje que había sido representativo del Mendo, para darle comienzo a otro tipo de escritura que nada tenía que ver con Jaker. Bairoletto fue una válvula de escape que estaba necesitando para descomprimir el personaje, darle un tiempo, extrañarlo, ser extrañado y revivirlo para poder dar unas últimas batallas.

10 – ¿Como cerraría de manera épica una entrevista tu personaje?

Lo acabo de hacer corazón (un guiño cómplice que invita a sonrojar a la interlocutora con brindis de copas en alto). Tené cuidado con tu profesión, cuando hurgás mucho entre la Ropa Sucia podés encontrar muchas más cosas de las que viniste a buscar.

La periodista se retira sonriente con muchas certezas, pero con muchos más interrogantes sobre este misterioso personaje. El viento que se desprende de las aspas del helicóptero levanta levemente su falda al tiempo que revuelven su cabello y hacen volar sus notas. Una última mirada de reojo a su anfitrión.

Una vez más el piloto volvía solo hacia destino…

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