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Docentes por decreto

La proximidad del comienzo de clases nuevamente viene de la mano de la discusión pública del sueldo docente, acompañado de un sinfín de críticas que siempre van en aumento, hoy después de tanto desgaste anímico, tengo la necesidad de responderlas:

Primero que nada les hablo a mis colegas caraduras que se piden licencias injustas, que toman parte psiquiátrico y después aparecen fotos de sus viajes en Facebook sin el menor reparo. Sepan que mucho de lo que sucede es gracias a ustedes, los que somos responsables estamos pagando las consecuencias de años de avivadas. Que, al contrario de lo que se cree y publicita, son tan egoístas que no lo van a dejar de hacer por ningún descuento que se les haga.

Por otro lado hasta el día de hoy no veo a nadie que critique a los médicos que firman esas licencias, porque estando tan capacitados saben que el paciente no está enfermo y están avalando una mentira, o sea su ética tiene el mugroso valor monetario de una consulta.

Todavía no sé cuál es el objetivo de Salud Laboral en todo esto, se supone que son los encargados de corroborar el estado de salud de los docentes por medio de un sistema de psicofísicos, cuya renovación está colapsada y debieron extender su validez por nada menos que 8 años hace sólo unos días. Además son los encargados de verificar las licencias de las que hablaba anteriormente, contando con un cuerpo de médicos conocido como “Junta Médica” que extrañamente tampoco se da cuenta de las licencias que no corresponden.

Las irregularidades existen, sólo que se está viendo nada más una parte de todo un sistema que funciona mal.

Lo que más me gusta es cuando mezclan la vocación en todo esto. Vocación es tener interés para dedicarse a algo, no necesariamente hacerlo gratis. Cuando elegimos esta profesión sabíamos que no íbamos a ganar millones pero por lo menos vivir dignamente y sin terminar raspando o con las tarjetas reventadas a fin de mes. Pregunten, la mayoría de los docentes tiene alguna otra entrada: vende ropa, cosméticos, zapatos, camperas, es carpintero, o lo que sea. Pero permanece en la docencia porque es lo que eligió para su vida.

Es vergonzoso tener que justificar que hacemos con lo que ganamos, si nos vamos de vacaciones o compramos un auto como si eso se le cuestionara a cualquier otro empleado, pero para el imaginario popular no podemos intentar progresar, debemos siempre ser pobres y abnegados.

Nos juzgan por tener autos nuevos, como si nos compráramos Ferraris o BMW, y son autos comunes que pagamos en cuotas por 5 años, y sobre todo no saben porque son necesarios. Muchas de las escuelas no tienen recorridos frecuentes de colectivo, por lo tanto perdemos el beneficio de los pasajes gratis, y necesitamos un vehículo confiable para hacer vastos recorridos, sobre todo los que trabajamos en media, que llegamos a tener entre 3, 6 o más escuelas para llegar a tener las 36hs.

La realidad de media, el nivel secundario, es muy diferente: la mayoría de los profesores son suplentes, parcial o totalmente. Titularizar en media, sobre todo en algunas áreas atestadas de docentes con el mismo título, lleva 10 años o más para ingresar 12hs que es lo que se permite inicialmente, llegar a las 36hs titulares en una sola escuela o dos, más o menos acomodadas en dos turnos, es un privilegio que solo algunos consiguen cuando rondan los 50 años. Una precariedad e inestabilidad laboral de la que nunca se habla ni mejora.

Sigan creyendo que trabajamos sólo las horas que estamos en el aula, las clases se preparan solas y las tareas se corrigen por arte de magia. Jáctense de los 3 meses de vacaciones que creen que tenemos, busquen en internet el calendario anual y fíjense que venimos hasta el último día hábil de diciembre y volvemos la primera semana de febrero: mesas jornadas, apoyaturas, inscripciones, muchas tareas que no conocen, ni requieren la presencia del alumno en el aula, pero existen. Seguramente van a decir que todavía tenemos más de un mes, tampoco se puede tener a los alumnos cursando los 365 días del año, además de que cantidad no es calidad, a pesar de lo que quieren demostrar contando afanosamente los días de clase para llegar a los 180.

Estos días se habló mucho sobre ser voluntarios mientras estemos de paro, yo me pregunto si van a planificar, preparar clases, usar estrategias novedosas, adaptarse al DCP y sobre todo hacerse cargo legalmente de menores de edad a los que no van a encontrar prolijamente sentados en los bancos esperando que lleguen, y todo esto… gratis.

Esta idea tiene un mensaje muy doloroso de fondo: cualquiera puede dar clases, no se necesita preparación específica, o sea nuestro trabajo no vale nada. Muchos se ofrecían sólo para cumplir con el comedor y así los chicos estén en la escuela, a toda costa. Lo que tal vez sea un mensaje aún peor: somos simplemente una guardería. No dejo de preguntarme ante esto es que ¿van a dejar menores en manos de cualquiera? Si es un pervertido ¿quién va a controlar?

Los papás están muy preocupados con los días que se pierden de clases por los paros, salen desesperados a criticarnos por todos lados porque nadie piensa en los chicos ¿y ustedes? Reclaman 3 días perdidos y la mayoría de los alumnos llega a fin de año con 28 faltas, ¿esos días perdidos no los perjudican? ¿De quién son responsabilidad? ¿Faltaron tanto porque todos a la vez estaban enfermos? ¿Todas las faltas están debidamente justificadas? Pareciera que no somos sólo los docentes los que tenemos que rever el problema del ausentismo.

Hoy en día es casi imposible pedir una tarea extraescolar, nunca las hacen, porque nadie nos ayuda a que dediquen tiempo en casa. Llega fin de año y aparecen padres desesperados porque sus niños repiten ¿No vieron sus libretas o carpetas? ¿No notaron que cuando están con ustedes no hacen nunca nada de la escuela?

Piensen en las amonestaciones, son obsoletas porque consistían en un llamado de atención de la escuela, cuando llegaban a casa los padres eran los encargados del castigo. Con el tiempo llegaban al hogar, nadie les prestaba atención y quedaban en la nada. El remedio fue peor que la enfermedad: se implementó el sistema de puntos, con el mismo la institución educativa se encarga de llamar la atención y de implementar una “acción reparadora”, que implica una tarea escolar que muchas veces no se realiza o al alumno no le importa. Con esto quiero decir que la responsabilidad de las consecuencias de las acciones pasó de los papás a la escuela y no tuvo buenos resultados. Aparentemente hoy en día se habla de que volveremos a las amonestaciones hasta dejar al alumno fuera del sistema educativo, si no hay un cambio en su conducta, cosa que no va a pasar sino se trabaja en equipo.

¿Están muy ocupados y cansados para controlar a sus hijos? ¿No tienen tiempo para acompañarlos y enseñarles a ser mejores? Replantéense su amor por ellos ¿No todos son así? Bueno, nosotros tampoco.

Dejen de vernos como el enemigo, dejen de criticarnos al frente de sus hijos, de desautorizarnos, de patotearnos cuando no les gusta una nota. Nadie va a escuchar, aprender y respetar de alguien al que reiteradamente sus mayores referentes tratan de incompetente. Si creen que pueden hacer un mejor trabajo que nosotros, que sus niños sean el ejemplo viviente de eso. Porque al final lo único que están consiguiendo es que ellos crean que tienen el poder de hacer lo que se les da la gana, y que cuando salgan de la escuela se van a encontrar ante un mundo en que sus papás no los van a defender. Trabajen con nosotros, no en nuestra contra.

Al resto de la sociedad que se llena la boca hablando de lo caraduras que somos, tengan autocrítica, este país no está como esta porque somos todos buenos ciudadanos. Los empleadores tienen la mayoría del personal en negro, contratados por unos meses, con suerte medio día en blanco, y ni soñando les pagan horas extra. Los técnicos que te cobran lo que no es por una reparación mínima, los comerciantes que pasan todo lo que pueden en negro, argumentando impuestos extorsivos, entre muchos otros…porque es fácil mirar lo de los demás y hacer la vista gorda en lo propio.

Sepan que la lucha se empieza antes que terminen las clases, pero nunca hay acuerdo, el gremio mayoritario, que es el SUTE, se encarga de arreglar por debajo de la mesa y usarnos como instrumento político, sepan que no nos representa hace mucho tiempo y queremos que cambie. Su tibieza y corrupción es una vergüenza.

Me falta felicitar al gobierno por su estrategia de demolernos en los medios, de poner a la sociedad en nuestra contra, y sobre todo de dejarnos como vagos, realmente nos humillaron. Los gobernantes anteriores no nos trataron mucho mejor, pero ustedes definitivamente se lucieron. No sé quién los asesora pero ningún empleado va a trabajar contento y a dar lo mejor de sí cuando lo tratan así y sobre todo cuando está mal pagado. Hemos comprobado que no les importa la calidad educativa…solo ahorrar.

¿Se sienten más poderosos por imponerse decreto? Sólo aquel que no tiene verdadero poder, verdadera capacidad de gestión para solucionar un problema, usa la fuerza.

Y para los que hablan de afuera sepan que no son solo sueldos el recorte, son horas de apoyatura, doble escolaridad, parejas pedagógicas, cierre de cursos (generando grupos numerosos), Feria de Ciencias que cada año tiene menos proyectos y mucho más, pero parece que nada de esto es importante para los medios, la sociedad o los padres.

Por último me vuelvo a referir a mis colegas, quieren que estemos en el aula como sea, bueno así será, iremos enfermos de ser necesario, porque nos hicieron elegir nuestro sueldo antes que nuestra salud y la de los alumnos a los que les vamos a enseñar, al final sólo respondemos a lo que el gobierno nos pidió. Nos quieren dando clases, porque para eso nos pagan, hagamos solo eso y de la mejor manera posible, que nos evalúen todo lo que quieran, mi trabajo es excelente y no tengo miedo de que quieran comprobarlo.

Dejemos de ser trabajadores sociales, psicólogos, de gastar en hacer actos bonitos, en carteleras llamativas, en hacer rifas, sorteos, chancho móvil, vender empanadas, para juntar plata para arreglar escuelas y cubrir lo que es responsabilidad de otros, principalmente del Estado. Así de ahora en adelante realmente se empiece a ver su compromiso con la educación, y deje de zafar porque nosotros tapamos sus baches cada vez más grandes.

Estemos en el aula, demos las mejores clases… y sólo eso.

Escrito por Mariano Varela para la sección:

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