Para analizar astralmente a estas pequeñas de las que poco sabemos y nos impresiona la reacción de ambas en la fiesta de cumpleaños, tomo como punto de partida la edad de la menor y una aproximación de la edad de la mayor para construir sus cartas astrales.
Es evidente que ambas nacieron después de 2012, por lo tanto son de la generación de Plutón en Capricornio y Neptuno en Piscis. También es evidente que ambas nacieron antes de 2018, por lo cual Urano estaba todavía en Aries.
Con estos tres datos infiero que: sus padres son de la generación de Plutón en Escorpio, con Neptuno en Capricornio y Urano en Sagitario.
¿Qué cuestión de fondo hay entre estas dos generaciones? Primero hay una dificultad en el concepto de límite, que los padres vinieron a poner “más allá” y sus hijas claramente vienen a eliminar (eso es lo que hace Plutón). Respecto a la energía de Neptuno, los padres traían utopías transformadoras y estas hijas son claros exponentes de una generación de disolución de ideales; para ellos el ideal implica una disolución de las identidades personales. Para cerrar el análisis generacional, el Urano en Aries de estas niñas es un nuevo paradigma de autoafirmación personal. Esta generación de niños es anarquista, liberal y proactiva; no les interesa lo que piensen sus padres y hay una franca disputa de territorios de identidad en esto.
Vamos a Júpiter: sabiendo que la menor cumplió 3 años, en 2017 Júpiter se encontraba en ¡Escorpio! Y Saturno en…. ¡Sagitario! Poniendo en problemas a esas energías paternales respecto al tema mencionado de los límites. ¿Qué pasó en 2020? Júpiter, Saturno y Plutón se encontraron en Capricornio haciendo tambalear la estabilidad familiar, no sólo de ellos. ¡Niéguenmelo millennials con hijos chicos! ¡Díganme que sus criaturitas son ángeles caídos del cielo y que les es muy fácil educarlos!
Resuelto el dilema de los transpersonales vamos a los conflictos más personales entre estas dos hermanas. No cabe duda de que la pequeña es una libriana de 2017 por lo cual, sabiendo la fecha de cumpleaños me fue muy fácil acceder a los datos de su carta astral con las coordenadas de Pato Branco, el lugar donde reside la familia.
Acá me encontré con la primera sorpresa, la carta de la pequeña forma una estrella de cinco puntas perfecta con dos bases escalofriantes respecto al nodo norte en Leo, Urano en Aries y Saturno en Sagitario. Esa nena no es lo que se dice de temperamento tranquilo. Triple fuego y con una oposición muy cerrada entre Kirón en Piscis y Marte en Virgo. No es una nena fácil, créanme. Les muestro su carta.
La luna en libra, en cuarto menguante a 24 horas exactas de un novilunio, es decir, con “luna negra”, que no es Lilith pero eso lo dejo para el final porque es el remate. Esa luna libriana tan glamorosa está claramente a la vista con el cumpleaños de “princesas” que se ven en la decoración. ¿Qué pasa con Mercurio? Adivinen… Sí ¡En escorpio! Esta nena tiene talento para hacer cosas sin que los demás se enteren y no cosas precisamente buenas, es la típica mosquita muerta. Venus está en libra, signo al que rige y aquí tuve una primera pista del signo de su hermana, pero eso lo cuento más abajo. ¿Y Marte? En Virgo, un signo en donde el ímpetu de la acción se expresa de manera metódica, paciente y orgullosa, exasperantemente meticulosa. Lista la carta de la pequeñita que la mata callando. Vamos a la mayor.
Los trasgeneracionales ya están claros, son iguales para ambas y de igual relación con respecto a sus padres. ¿Cómo llegué al dato de cumpleaños de la mayor? Bueno, no voy a hacer una exposición de métodos astrológicos y, aunque puede haber un margen de error de pocos días, pero me tengo fe acá, a pesar de que no lo he hecho muchas veces.
Estoy segura de que la hermana mayor tiene a Venus en Tauro porque es la otra casa de Venus y es evidente que hay un conflicto femenino de territorialidades usurpadas. Tanta diferencia de edad no tienen así que no nació más allá de 2016. Dado que el Mercurio de la menor está en Escorpio, es evidente que el Mercurio de la mayor está en Tauro. Con esos datos voy a las coordenadas de Marte y lo encuentro en Sagitario (Ufff). ¿El Sol? Quedaba en Tauro y la luna no podía ser otra que la misma de su hermana: Libra pero….¡justito Lilith estaba en Libra para mayo de 2016! bue… todo me cerró. Les muestro la carta de la hermana mayor:
Sol, Mercurio y Venus en Tauro es lo que se llama una hembra territorial, posesiva y manipuladora. Marte junto a Saturno en Sagitario dicen: conmigo no te metés. Júpiter en Virgo sumado a Plutón en Escorpio y el stelium en Tauro no puede resultar más avasallante. La luna libra es glamorosa y al lado de Lilith es la reina de cualquier lugar, altamente sociable y demandada. Se me vino a la cabeza la canción de Memphis La blusera “La flor más bella”
¿Qué pasó el día de la fiesta?
Conflicto astral de alto rango. Soles natales en oposición. Mercurio retrógrado en Escorpio afectando al Mercurio natal de la cumpleañera y oponiéndose al Mercurio natal de la hermana mayor, velando absolutamente el raciocinio (aún en desarrollo) de ambas. Marte cuadrando al Plutón natal de las dos desde agosto, esa bomba nuclear iba a estallar y era el momento de detonar con el susurro de Lilith, que, despidiéndose de su paso por Aries le dejaba el regalito a la libriana y la ira de celo existencial a la taurnina. Y los padres veían como Neptuno les diluía la ilusión de que, al menos una vez, estas dos se llevaran bien.
Esa batalla está perdida definitivamente y no podría decir cuál de las dos es más violenta, siempre astralmente hablando. Porque, como es arriba es abajo y como es afuera es adentro.
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Maaadre mía… Antes era bueno el Mendo..