/Nos cagaron la Vendimia

Nos cagaron la Vendimia

A solo un par de horas de una nueva edición de, como se han encargado de denominarla algunos de los periodistas de los medios mendocinos, nuestra “FIESTA MÁXIMA”, me veo en la obligación de denunciar el robo de esta tradicional celebración.

Si, leyeron bien, esta festividad con más de medio siglo de historia, nos ha sido robada, entre tantas otras cosas, por los turistas. Está bien, ellos vienen, compran carteras y zapatos de cuero, se comen todo, compran tierras, vinos, y todas esas boludeces que, con suerte, duran dos días, y, además de llevarse nuestra calidez (reconocida a nivel mundial), ahora nos cagaron la vendimia.

Pongamos las cosas claras con un ejemplo, mi vecina, que si bien es una vieja inaguantable, molesta, que rompe soberanamente los huevos cuando pongo la música al palo, ya no está en condiciones para instalarse en los cerros, y consecuentemente, estuvo dos días haciendo cola para comprar tres entradas para el Acto Central de “nuestro” fiestón, una para ella, y dos para sus nietos. Luego de horas de transpiración y de aguantar el sofocante calor de este pedazo de mundo, llegó a la ventanilla, gustosa de que iba a poder obtener sus entradas de $40, elegidas cuidadosamente en base a un diminuto presupuesto y considerando las opciones con respecto a la vista del escenario principal dentro del anfiteatro, pero se topó con que las mismas estaban agotadas, simplemente, no habían, se esfumaron. Lógicamente, la pobre vieja, se preguntó el porqué de ese faltante si ella estaba ubicada entre las primeras veinte personas de la fila, pero, como de costumbre no recibió respuesta alguna de las personas encargadas de la venta en el hipódromo, o al menos una verdaderamente coherente. Así, la sexagenaria, tuvo que comprar unas más caras, y resignar algo de plata de los regalos de cumpleaños de sus hijos mellizos, que acontecerá unos días después de la fiesta. Esta es una pequeña historia, de las tantas que se pueden encontrar entre las personas que compusieron esa fila y, que por supuesto, se quedaron sin las entradas que previamente habían acordado comprar.

Horas después, las autoridades del Ministerio de Cultura de la provincia, hablaron con varios canales (queda bien poner varios ¿no?, si todos sabemos que nuestra opinión pública está manejada por sólo dos canales), y frente a los reclamos y críticas, sólo respondieron que un sector de $40 estaba destinado por completo a discapacitados debido a la cercanía a los accesos, mientras que el otro sector fue vendido en parte, a través de paquetes turísticos y el resto de los bancos está destinado a la prensa. Mi espíritu, tal vez obsesivamente colérico, explotó y se tradujo en la siguiente crítica, en primer lugar, se podría decir que el sector destinado a las personas discapacitadas es aceptable, pero, yo no lo creo así, por qué tienen que limitarlos a comprar un tipo de entrada, dejensé de boludear y amplíen los accesos, y que cada uno decida en el lugar donde sentarse. En segundo lugar, ustedes miembros de Cultura, se vanaglorian de la “FIESTA DE LOS MENDOCINOS”, y no permiten que nosotros, los menducos, compremos unas de las entradas más accesibles y de mejor vista, porque les encanta que vengan los chinos, los alemanes, los yanquis, y todos esos que no entienden una mierda de lo que es la vendimia, la cosecha y la piedra, y dejen sus millones al comprar todo lo que hablamos anteriormente.  Por último, dejen que la prensa se ubique en el sector Malbec, allí, seguro obtendrán mejores imágenes que en los laterales, además de disfrutar de la compañía de los pelotud… ufff casi… quiero decir, de las autoridades provinciales.

Una vez más queridos mendolotudos, fuimos burlados, otra vez los funcionarios nos la pusieron …y van, fuimos colocados en un escalafón más bajo que los turistas, tal vez, el año próximo, esos que nos gobiernan se acuerden que la vendimia es argenta y que los mendocinos la hacemos posible… ellos son invitados, los protagonistas, nosotros.

Escrito por Némesis Vendetta para la sección Mendoza Escribe

ETIQUETAS: