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9av

Se aproxima el día más peligroso del año

Venimos de un mes complejo desde la concepción del conocimiento ancestral de la Kabbalah: el mes de TAMUZ (Cáncer). Desde el día 17 del mes de TAMUZ, cuando se produce la luna llena en Capricornio y hasta el 9 de AV (Leo) son días de mucho cuidado.

¿Pensabas que la astrología era una cosa de gente no religiosa? La Kabbalah judía está impregnada de conocimiento astrológico. Cabe aclarar que la Kabbalah no es una religión sino una disciplina y escuela de conocimiento esotérico que pretende entender la relación entre la energía llamada Dios y el Universo creado por él. Se la relaciona con el judaísmo porque los principales estudiosos de esta escuela provienen de los esenios y de los judíos jasídicos y basan sus conceptos en el análisis de los símbolos encriptados en los escritos de la Torá, que conforman los primeros cinco libros de la Biblia cristiana.

En el caso de los meses de TAMUZ y de AV, hay una concentración energética muy poderosa debido a que los regentes planetarios de estos dos meses son la Luna (TAMUZ – Cáncer) y el Sol (AV- Leo) y estos dos no comparten regencia con ningún planeta ni en otro signo (entendido, como siempre aclaro, como un espacio arquetípico de manifestación energética).

Es decir que, en el mes de TAMUZ hay un predominio absoluto de las emociones (la Luna) sobre el comportamiento físico del cuerpo, especialmente durante la Luna llena y, en el mes de AV, hay un predominio de la energía aniquiladora del fuego solar, también en nuestro cuerpo físico.

A partir de la luna llena de TAMUZ sobrevienen dos semanas en las que, como en ningún otro momento del año, estamos expuestos a que las emociones (sobre todo si están intoxicadas) desencadenen a nivel celular procesos relacionados con un comportamiento atípico y que ese proceso de materialice en el lugar del cuerpo en el que esa emoción “pega” con más fuerza. Ejemplos desde la biomedicina hablan de que el miedo se expresa en los riñones, la tristeza en los pulmones, la ira en el hígado, la angustia en el estómago, la ansiedad en el páncreas y podemos seguir con cada parte del cuerpo.

Volviendo al mes de Tamuz (Cáncer), al estar más expuestos a que estas emociones se manifiesten en nuestras células, por efecto contrario, al hacer un cambio en la manera de asimilar este conocimiento, la influencia va a ser de protección (al mismo nivel celular) respecto a esa energía.

Así, durante ese mes y en especial a partir de la luna llena (que para colmo este año estuvo eclipsada) se recomienda sostener prácticas saludables y evitar emociones disruptivas que van a afectar nuestra salud de una manera mucho más peligrosa que en el resto del año.

No termina todo ahí, pues en el caso del mes de AV (Leo), se da una situación distinta a la del resto de los meses. Técnicamente, mientras más cerca de la Luna nueva se esté (conforme a los ciclos lunares basados en la órbita del satélite alrededor de la Tierra), más benéfica es la energía lunar en determinado día del mes. Pero en el caso del mes de AV es al revés y los primeros nueve días de este mes son los más peligrosos.

Entonces, se trata de la peor semana del año en todos los aspectos pero fundamentalmente a nivel de salud. Dentro de esta semana hay un día en especial: el 9 de AV. Es decir, el noveno día después de la Luna nueva en Leo, que sucede entre el 21 y el 22 de Julio.

¿Qué pasa el 9 de AV? Los kabalistas hablan de un “aniquilamiento por la acción del fuego”. Para reforzar estas cuestiones no sólo atienden al proceso astral planetario y a la simbología de la Kabbalah , sino a cuestiones de tipo histórico que sucedieron ese día en varias ocasiones, nada agradables por cierto.

El fundamento es que la energía del Sol en los primeros diez días del mes de AV es ultrapotente y quema todo lo que toca. Si entendemos como energía del Sol (fuego-masculino-yang) a todo lo que quema, no sólo hablamos de sus rayos, de sus tormentas, de su radiación, sino a todos los procesos físicos y químicos que incluyen la acción de ácidos en el cuerpo y de ira a nivel emocional.

El consejo para estos primeros nueve días es no comenzar proyectos, postergar decisiones importantes, evitar discusiones, comer sano, beber mucha agua y abstenerse de cualquier actividad que suponga peligro físico o exposición a agentes “enfermantes” (hechos, personas y hábitos).

Este día es el momento del año en el que hay una renovación de las energías de la oscuridad, una especie de banquete que se dan con nuestra propia energía oscura manifestada especialmente a través del egoísmo. Todo lo egoísta que hacemos ese día, aquello que nos proporciona un placer personal físico, se vuelve en nuestra contra y eso sucede aunque no seamos judíos, aunque sepamos nada de Kabbalah y aunque nos importe en absoluto este suceso. Lo sepamos, o no, las energías astrales nos influyen porque somos seres energéticos.

El día 9 de AV este año es desde el atardecer del 29 de julio (18:56) hasta una hora después del atardecer del 30 de julio (19:56). Durante ese lapso hay una cinco preceptos que es recomendable observar, algunos pueden parecer sencillos, otros no tanto. Probablemente el más difícil sea el ayuno total de comidas y bebidas; aunque tampoco se debería mantener relaciones sexuales ni bañarse; quizás el más raro de estos preceptos sea sentarse sólo en el suelo.

El fundamento es que durante esas veinticinco horas se produce un reseteo en nuestro sistema físico, reforzado por nuestro espectro energético. El objeto es incomodar al cuerpo para recordarle que es uno quien manda, no él. Es ejercitar la fuerza de voluntad. Es tomar el control de nuestras acciones y, en el caso de quienes tenemos el privilegio de poder ayunar (hay millones de personas en el mundo que ayunan porque no tienen qué comer), replantearnos los excesos que cometemos en perjuicio de nuestra salud y procurar no alimentar aquello que la biomedicina entiende como enfermedad: alteración del equilibrio bio-psico-inmuno-endocrino.

Naturalmente las personas que están medicadas y aquellas con problemas de salud no deberían realizar estas restricciones sin consultar con su médico. Pero quienes estén saludables no tienen peligro físico en esto y se verán retribuidos con enormes beneficios emocionales. Quienes no puedan sostener el ayuno durante todas estas horas, extenderlo, al menos, hasta el mediodía del día siguiente.

A quienes practican el ayuno intermitente y mantienen una dieta cetogénica esto no les resultará un sacrificio en absoluto aunque posiblemente tengan alguna incomodidad con el tema de no bañarse y no tener relaciones sexuales.

Yo no sé si esto es real o no, como dicen algunos personajes de la serie DARK: “lo que sabemos es una gota, lo que ignoramos es un océano”.

Respecto al conocimiento astrológico esto tiene sobrado asidero, no obstante levanté la carta astral para esa fecha y hora, resultando en la siguiente:

Lo más complicado de la carta es el Sol nada menos que en la casa VI (salud), formando un triángulo de fuego con la Luna en Sagitario y Kirón (el sanador herido) en Aries; en criollo hablamos de enfermedad, aislamiento y pérdida económica. En segundo lugar, y no menos importante, la relación de tensión entre Marte en Aries con los tres grandotes en Capricornio y Mercurio en Cáncer: reacción expansiva y violenta a nivel colectivo que no admite lógica racional. La verdad es que con semejantes relaciones astrales no me animo a aconsejar que pasen por alto, al menos este año, el 9 de AV.

Y, ante la duda, si nuestras abuelas decían que “hay que pasar agosto”, es porque hemos heredado este conocimiento aunque sea de manera encubierta.

Quienes quieran más información sobre el 9 de AV, les recomiendo la página www.e-kabalah.org.ar

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