Ahora estoy suspendida en el vacío, sin vínculos. Estamos en la nada. Virginia Woolf El domingo está lleno de domingos más chiquititos que se esparcen como fractales por las paredes húmedas y llenas de arañas explotando.…
La trampa
Comunmente Gregorio daba dos golpes largos de timbre en la puerta y salía corriendo. Esa era su manera. Podría pensarse que era una cosa de chicos, una travesura que han hecho todos los niños…
La quinta mamushka
Cuando nos juntamos a comer en lo de Jose, me gusta llegar temprano, ser la primera. Nos creemos con 'derecho' por conocernos y ser amigas desde la salita verde del jardín, supongo. Porque haber pasado…
Días de pesca
Todas las tardes salía y miraba el mar rugir lejano nutriéndose con la nariz levantada y los ojos cerrados las oleadas amargas de la sal en el viento. El cielo plomizo, como de costumbre, frío,…
Café Isaac Estrella: Mientras ellas hablan
Estoy en “Isaac Estrella” con un grupo de mujeres. Todavía me pregunto por qué acepté venir. Es que a veces suelo ser masoquista. Hacía tiempo que no las veía. Siguen tan insustanciales como siempre. Como…
Café Isaac Estrella: “Si tan sólo hubiese sido…
-¿Así que este el famoso Isaac Estrella? Pase un montón de veces por la puerta y nunca se me dio por entrar, si te soy sincera.- -Si queres, entramos- La puerta del Isaac Estrella se…
La receta del bueno de don Serapio
El camino de tierra que lleva hasta la localidad de Maestro Forcchino en realidad no es de tierra. Es hora de contar algunas cosas que se desconocen de Maestro Forcchino. Esther Anamélida de Salondra era…
La Postal
Después de llenarse la mente de calles de agua y caminos sin semáforos dejó Venecia. Camino a Milán se desvió un poco y se detuvo en un restaurante para comer. En otro restaurante diferente al…
Un polvo de locura
He venido a buscarte, quiero que te subas a mi auto y llevarte a un lugar que sólo yo conozco. Es hora de que por fin estemos frente a frente. Quiero que nos miremos a…
La historia del sable roto
El nombre es Rudecindo Sosa Luna y es cabo primero de Granaderos. Se unió al Ejército de los Andes en agosto del `15 con el 4º escuadrón desde Buenos Aires. Alojado en el Plumerillo, a…
Los Ricos
—Ahora que soy rico, Paula, voy a comprar una lanza alta que se pueda clavar en la arena y que en el otro extremo tenga un equipo de música, con una sombrilla para que no…
Del otro lado del umbral
Noelia corrió un poco la cortina y lo vio bajar de un auto. Cerró la cortina y se quedó pensando. Al ratito sonó el timbre. ¿Qué querría? Esperó. ¿Y ese auto…? Se acercó a la…
Me estoy queriendo tanto
Cuando me marché, aquella mañana fría y nublada, y me aventuré por los caminos que me marcaban mis deseos, sabía que iba a extrañarte, ¡pero no pude imaginar cuánto! Vos no querías, pero tenía que…
La Angustia
Como le pasaba a veces, Marcela llegó a su casa con un vacío desagradable en el pecho. Angustia. Vino pensando todo el camino sobre qué sería eso que le aplastaba en el pecho hasta que…
Y me pintaste de vos con los pinceles…
—Estamos llegando a Montevideo, Capitán. —Dele aviso al Almirante, yo ahora salgo a cubierta, grumete. —Sí, Capitán. Apenas el grumete cerró la puerta miró por la ventana de su camarote. Abrió las dos hojas…
Los Cuentos que Diem Carpé cuenta: La última…
“…Porque el cielo da, y el cielo quita…” Cuando la banda afinó para la última canción, ya quedaban pocas personas presentes en aquel bar de mala muerte. Ese donde los amores duran minutos, y las…
¿Qué harías…?
—Juan, si vos tuvieras la receta para ser feliz, ¿qué harías? —Sería feliz, sin duda. —Sí, pero la receta la seguirías teniendo en tu poder. ¿Qué harías? ¿La donás a la humanidad o la vendés?…
Los cuentos de Diem Carpé: Síndrome de abstinencia
Creo que fue aquella noche cuando tomé la decisión. Tal vez el detonante fue sentirme caminando sólo mientras las calles eran un mundo de gente. O quizás, el hecho de no generar sombra alguna ante…
Del y al otro lado de la ciudad
“Cuando se durmió, ella soñó que él ya se había fumando el primer cigarrillo de la mañana. Más terrenal (ella) se alegraba, en el sueño, de tener esa cama doble para ella sola y sacaba…